“Como su nombre lo dice, Feng Shui Riqueza busca que el lector sane sus circunstancias de escasez de pobreza y que vuelta a reconectarse con su prosperidad material. Sin olvidar de dónde nació, su origen, busco llevar al lector a que haga su feng shui de una forma práctica y amena”, explicó Alfonso León sobre su nuevo libro Feng Shui Riqueza, el tercero de su carrera.
“Quiero enseñarles a los lectores cómo organizar su casa. Por eso los invito, como maestro del feng shui, que conozcan los símbolos más poderosos dentro de este arte ancestral, para que empiecen a colocar estos elementos y realicen todas las ceremonias necesarias para la riqueza”, señaló el arquitecto de sueños.
Rememoró que su primer libro fue Feng Shui del alma, donde llevó al lector a que consiguiera la armonía de su ser, “esa prosperidad de sus niveles de vida y su misión hacia el éxito. El segundo lo hice a nivel del amor, para que supieran cómo sanar la pareja del pasado, hasta conseguir celebrar su matrimonio y la fertilidad, todo en el espectro del amor”.
Sobre este nuevo ejemplar, que ya ha conmocionado las librerías, comentó que tiene las ceremonias que siempre le piden en su programa: “Para vender el carro, el apartamento y cómo activar el negocio. Que sepan cómo hacer realidad esos deseos materiales a través de la celebración. También me preguntan de su fecha de cumpleaños, y el libro se mueve en todas esas direcciones. Quien lea el libro verá cambios en 15 días”.
-¿Para quién escribió este libro?
-Para aquellas personas que a lo mejor quieren arrancar hacer prósperos en su vida, como aquellas que lo tienen, pero no han disfrutado la prosperidad. El libro empieza con un formulario al lector, donde soy como su terapeuta, para saber cómo está su economía. En la primera parte voy dando las cuatro leyes: la de ganar, gastar, ahorrar e invertir, le hago al lector una evaluación de cómo está su prosperidad, para arrancar y mirar dentro de lo que son sus nueve niveles.
-¿Se necesita tener dinero para generar esos cambios?
-Esto es tanto para aquellas personas que tienen cero en la cuenta, porque por algo tenemos que arrancar, como para aquellas que siempre han tenido una bonanza económica, gracias a Dios, aunque mucha gente dice: “pobrecito, lo único que tiene es dinero”, para ellos este libro los hará encontrar su fuente de prosperidad y riqueza interna, porque hay gente que puede tener una gran bonanza económica, pero no disfrutan de la vida, no son felices.
-¿Qué busca con este texto?
-Enseñar al lector, y que aprenda hacer regalos útiles. Que realice ceremonias en los momentos claves, como conservar el bol del dinero, o cómo armar una carpeta del deseo con las cosas que tu quieres hacer. Todo eso lo he hecho y ha dado resultado.
-¿Cómo mantener la calma, equilibrio, en un país tan congestionado?
-Nosotros tenemos un espejismo, una visión, de lo que no es, con el respeto de lo que está sucediendo, por qué con el respeto, porque esto es ley de karma. Nosotros tenemos tres karma: el colectivo, familiar y personal, hay cosas que como colectivo no puedo cambiar, pero como personal y familiar sí puedo solucionar. Les digo que no pierdan su sintonía de prosperidad, sé que faltan insumos, pero hay otros, pero todos somos responsables, porque aquí ocurren fenómenos extraños, el mundo no entiende lo que sucede así, como los pasajes de viajes, donde en Venezuela siempre es temporada alta.
Confesó que se queda en Venezuela porque es un país muy próspero y con muchos centros energéticos: “No hay país en el mundo donde puedas prosperar tan rápido como aquí, te lo puedo decretar estadísticamente por los mismos empresarios. Yo quiero a Colombia porque me vio nacer, pero amo a Venezuela, por eso la vendo en todo el mundo, porque es mi país. Como extranjero que soy, me siento más nacionalista que la arepa, porque esta tierra es para conectarse”.
Para el año que viene lanzará tres libros más: La Luz del Feng Shui, Decora tu espacio con Feng Shui y otro que todavía no tiene nombre. “Aunque tengo mi empresa editorial, Planeta distribuirá mis libros en el 2014, quien hará grandes negociaciones de los derechos de las publicaciones, no solo en Hispanoamérica, sino en otros idiomas”.