Un verdadero equipo de alto desempeño

Hoy me motiva escribir estas palabras un gran hombre y su equipo: Henrique Capriles Radonski, quien cada día me asombra más y para mí es un súperhéroe. Pero también hay que valorar la cantidad de personas que hay detrás de él, abriéndole camino y siguiendo a un ser humano que podemos describir como: enérgico, trabajador y poseedor del liderazgo suficiente para haber logrado estructurar un equipo fabuloso.
He tenido la suerte de compartir con algunas de estas personas y mientras más los conozco, más me impresiono por su compromiso, capacidad de trabajo, dedicación y vocación. Puedo decir que existen excelentes profesionales, grandes directores de orquesta, maestros y algunos se han convertido en mis amigos y hermanos. Muchos trabajan tras bastidores y otros salen de sus trabajos formales a lo que llaman sus labores nocturnas, ya que han asumido como una responsabilidad, faenas impecables por el país.
Pero, lo que más me ha impresionado y es digno ejemplo para cualquier persona, empresa u organización, es presenciar cómo cada equipo de trabajo (giras, prensa, seguridad, entre otros) tiene claras sus funciones, todos hacen lo que les corresponde y el líder confía en el rol que cada uno desempeña.
Ejemplo de esto fue la gira que realizó HCR en Lara, los días 9 y 10 de octubre. El lunes a primera hora de la mañana llegó por aire un joven y por tierra una chica. Se fueron a Quíbor, donde se reunieron con los candidatos a alcalde de Jiménez, Morán y Andrés Eloy Blanco. Ahí organizaron la gira para esos sitios, hicieron el recorrido varias veces por los lugares que visitaría HCR, contaron los kilómetros, el tiempo que duraría la camioneta en realizar el recorrido, cuánto tarda en caminar o correr HCR por km. Se reunieron con el candidato de Iribarren y en la noche con el de Palavecino. De esta manera garantizaban puntualidad, organización y calidad. En cada sitio se organizaban nuevos equipos, se coordinaba seguridad, comida, hidratación, etc., absolutamente todo. Ese primer día terminaron de trabajar a las 11 pm (desde las 3 am).
El segundo día inició a las 7 am con reuniones en el hotel, nuevos recorridos, coordinaciones y supervisiones. Al mediodía llegó el jefe de prensa, disponiendo detalles con los representantes de los medios y después llegó el equipo de seguridad, que hizo su parte. Ese día estuvieron hasta la 1 am supervisando el montaje de tarimas, sonidos y todo lo necesario para las actividades programadas para el día siguiente.
En fin, cuando llegó el gran día todo quedó intachable, porque existía planificación perfecta. HCR aterrizó con la seguridad que le otorga saber que tiene un equipo de primera organizando las actividades y que existe coordinación con la gente de Lara. Recuerdo que una vez más se sumaron las personas que siempre trabajan aquí: el conductor, al mando y control de la camioneta, así como gente apoyando la seguridad.
Algo que me asombra es que la mayoría de los que trabajan con él no cobran ni un solo centavo y que mientras están en gira ni siquiera comen, tan sólo por estar pendiente de que todo salga bien. Su energía la extraen de la fe que tienen depositada en el líder y en pensar que sí existe una salida democrática para este gran país. Demostración fehaciente de que no siempre lo que motiva a las personas es el dinero.
En cada ciudad y en cada pueblo, está el que entrega la comida, el que cuida la camioneta, el que guía la caravana, todo perfectamente orquestado. Una experiencia muy agradable fue que en el gimnasio Antonio Rodríguez se me acercó un señor corpulento, con cara de bravo, pero tratando de que no se le notara y con suma amabilidad me preguntó quién era yo, entonces me identifiqué y me preguntó con quién trabajaba. Aclarado el tema se presentó y me dijo su nombre y que era integrante del equipo de seguridad. Nunca lo había visto, pero lo menos que imaginé fue que una persona tan amable pudiera ser de seguridad, porque estamos acostumbrados a que esas personas generalmente son un poco rudas. Y definitivamente, la amabilidad es característica de todos los del equipo que trabajan en esa área.
Además, mientras esta gente laboraba en Lara, otro equipo organizaba la gira en Carabobo, otro en Mérida y de ahí se iban moviendo a Táchira y otros estados. Asimismo, en Caracas se quedan trabajando personas en áreas como legal, estrategias, política, planificación, entre  otros. Todos cuidan cada detalle, se apoyan entre sí y saben que el éxito de cada uno es el de todos y, en este caso en particular… de todos los venezolanos.
Si en las empresas, familias, compañeros de estudio, de deporte, música o cualquier otra área trabajáramos así, tendríamos esa Venezuela que soñamos. Imaginemos lo que alcanzaríamos con esta calidad líder y de recursos humanos trabajando fusionados con los recursos naturales que Dios otorgó a esta nación… Gracias Henrique por seguirnos enseñando con tu ejemplo, gracias a todos los que tienes a tu lado luchando por una Venezuela mejor, gracias por el equipo que has sabido formar, por confiar en tu gente, por mantenernos vivas las esperanzas… ¡Gracias por tu presencia! ¡Gracias por existir!