Sin tregua – ¡Tenemos patria!

Maduro insiste en que este desastre económico es culpa de “Raimundo y todo el mundo”, menos de ellos, quienes están en el poder desde hace 15 años. La culpa es “del imperio, de los empresarios, de los apátridas”. Todo es “un plan de guerra económica” aunque las industrias estatales y las fincas estatizadas –todas improductivas– representan un porcentaje muy alto. Y Maduro se hace el pendejo en cuanto a que en todos los rubros estatizados es donde hay más escasez y se depende más de las importaciones. Habla de un “cadivismo” malvado, pero lo presenta como si fuera ajeno, culpa de “otros”, aunque Cadivi es un logro de la “revolución”, lo han mantenido durante 10 años ellos y lo han dirigido puros franelas rojas.
Y en VTV, donde se hacen puras preguntas complacientes, un ministro de la economía dijo: la culpa es “de la crisis mundial del capitalismo”. Muy bien, hagamos entonces aquí las preguntas que censuran en VTV: ¿Por qué si la causa es “la crisis del capitalismo mundial”, la inflación en Colombia en 2013 va por 1.84 % mientras en Venezuela acumula 45.8 %? Y ¿Por qué en el Ecuador “del pana Correa”, la inflación acumulada en estos 10 meses es de 2.04 % contra nuestro escandaloso 45.8 %?  Ni Colombia – gobierno de derecha –ni a Ecuador– gobierno de izquierda – los afecta la crisis mundial “del capitalismo que se derrumba” pero a nosotros si. Algo no cuadra.
Pero sigamos revisando la información que Maduro oculta y que en el canal 8 censuran. La inflación en Chile es de 2 %. Y en El Salvador donde el gobierno es de izquierda es de 0.7 %, ¡Menos del 1%! ¿Contra ellos no hay un “plan de guerra del imperio”? Y en Perú es de 2.9 %. En Paraguay 3 %. ¿Y en Brasil de la Camarada Dilma? 4.3 %, un poco más alto pero es la décima parte que aquí.
Entonces… a los únicos que afecta la “crisis mundial del capitalismo” es a nosotros? Todo indica que Maduro miente. Que el problema es el gobierno rojo rojito, es decir, la “robo-lución”. O para ser más exactos: sus cavernícolas políticas económicas.
Nadie más que ellos se han dedicado a destruir la industria pesada, la agroindustria y el agro con las estatizaciones. Con el ahogo y el hostigamiento. Y en América Latina  – donde camina la “espada de Bolívar” – Ni los gobiernos de derecha ni los de izquierda siguen ese anacrónico Socialismo del siglo XXI. Ni subsidian el dólar anclándolo con lo cual se consigue destruir la producción nacional y hacer más apetecibles las importaciones. Nadie siguió la política  económica del difunto-Giordani-Maduro. Por eso nadie tiene inflación significativa pero nosotros estamos ahogados en un 45.8 % de inflación 2013.
Para los cultores del mito estatista, en Brasil no se ha estatizado nada en 20 años. Ni fincas, ni siderúrgicas, ni la banca, ni las compañías eléctricas, ni las cementeras. Nada. Cero. ¿Tendrá algo que ver con los resultados aquí  y allá? Porque allá no escasea ni el cemento, ni las cabillas, ni la leche, ni el pollo, ni la carne. Y, según la ONU, han sacado a 30 millones de personas de la pobreza. Combinando los programas sociales con la generación de empleos a través de la industria privada. La industria y el agro producen y les queda para vendernos a nosotros, “los venaitos” dependientes del rentismo petrolero.
Por eso, Santos, también de Colombia – el “nuevo mejor amigo” de estos camaradas –  con sonrisa socarrona dijo alguna vez: “a los inversionistas del mundo, vénganse de una vez para acá, que aquí no estatizamos nada”. Antes nosotros le vendíamos a Colombia los tubos de acero para su pequeña industria petrolera. Ahora tiene su propia planta de tubos mediante una fuerte inversión extranjera. Y nosotros, en cambio, tenemos PDVSA importando 50 mil toneladas de tubos al año desde China. Y por eso, a los capitalistas y trabajadores de América Latina les encanta que en Venezuela tengamos esta “revolución”.  ¡Hacen grandes negocios a costa nuestra! Pero tenemos patria…