Decenas de miles de venezolanos marchaban en todo el país en protesta por la alta inflación y la escasez de productos básicos, a sólo dos semanas de elecciones municipales que serán un termómetro de la popularidad del presidente Nicolás Maduro.
La temperatura de la jornada subió desde temprano con la denuncia del jefe opositor Henrique Capriles de que un cercano colaborador suyo fue detenido, un hecho que consideró un intento del oficialismo por acallar las manifestaciones.
Ataviados con los colores amarillo, azul y rojo de la bandera nacional, simpatizantes de la oposición se concentraban en las principales ciudades de Venezuela.
Con Capriles a la cabeza, los líderes de la oposición convocaron a marchar contra una ley que confirió a Maduro poderes para gobernar por decreto durante un año, en momentos en que el Gobierno asegura que enfrenta una «guerra económica» pergeñada desde la oposición con ayuda de Estados Unidos.
Pero la protesta también fue un canal para muchos para expresar quejas por la situación cotidiana que vive el mayor exportador de crudo de Sudamérica.
Maduro llegó a la presidencia de Venezuela a mediados de abril tras vencer por muy poco margen a Capriles. Desde entonces ha tenido que enfrentar una inflación que roza el 55 por ciento, episodios de desabastecimiento y una rampante criminalidad que han presionado su popularidad hacia la baja.
Como parte de su estrategia por enderezar la economía, el mandatario ordenó recientemente la inspección de los principales comercios del país para exigirles rebajas hasta un «precio justo», provocando una estampida de compradores que colmó los centros comerciales en busca de televisores, ropa y repuestos de autos.
«Yo no estoy buscando electrodomésticos, estoy buscando leche desde hace un mes y medio, pero no hay», dijo Célide Romero, una jubilada de 79 años durante la marcha.
La oposición ha criticado el otorgamiento de poderes especiales a Maduro a través de una ley habilitante, asegurando que los usará para librar una cacería de brujas en su contra.
Sin embargo, el heredero del fallecido Hugo Chávez ha dicho que las nuevas potestades le permitirán enderezar la economía. Para ello ya aprobó las primeras dos leyes: una que limita los márgenes de ganancias de los minoristas y otra que reorganiza la distribución de divisas oficiales en medio del control cambiario.
«Estoy en contra de la Habilitante que le han dado a este sinvergüenza. Seguiré en la calle todo el tiempo que se pueda porque estoy luchando por mis hijos, por mi familia», aseguró Amanda Ochoa, un ama de casa de 65 años.
DETENIDO COLABORADOR DE CAPRILES
El viernes por la noche, Maduro ordenó detener a «dos operadores» de partidos opositores, sin dar nombres, acusados de contactar a motoristas para que sembraran la violencia durante las manifestaciones del sábado.
En sus cortos siete meses al mando del país miembro de la OPEP Maduro ha denunciado a la oposición en diversas oportunidades por planear intentos de magnicidio, apagones de gran magnitud y acaparamiento de productos básicos con el objetivo de provocar un estallido social y desbancarlo.
Capriles denunció el sábado que su jefe de giras fue detenido por militares y que desconoce su paradero. «Esta madrugada a punta de golpes por el DIM (inteligencia militar) fue sacado de la habitación y llevado mi coordinador nacional de giras», escribió en su cuenta en Twitter.
El dirigente opositor hizo responsable al presidente de lo que le ocurra a su colaborador Alejandro Silva, quien fue detenido en un conocido hotel caraqueño.
No hubo confirmación inmediata de la detención por parte de órganos del gobierno, pero el ministro de Turismo, Andrés Izarra, comentó la noticia.
«Preso uno de los secuaces fascistas de Capriles que pretendía enlutar una vez más al pueblo venezolano», dijo.