La victoria de alcaldes y concejales

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El triunfo de la mayoría de los candidatos a Alcaldes y Concejales de la Alternativa Democrática en el Estado Lara, 9 de 10 de la totalidad de las parroquias en el municipio Iribarren, según Alfredo Ramos, un luchador social que por su capacidad y experiencia conoce perfectamente la sociedad larense de hoy, y en la mayoría de los municipios, debería ser uno de los más importantes del país. Ese triunfo se puede explicar por razones locales, regionales y nacionales, que garantizan: el prestigio de los candidatos, la obra progresista del gobernador Henry Falcón y la  labor destructiva del gobierno central.
Escogidos en elecciones primarias o por consenso la mayoría de los candidatos reúne las condiciones políticas y  de conocimiento de sus realidades locales, vinculación con sus electores y capacidad administrativa para resolver los problemas que afectan a las comunidades. De allí la confianza que brindan líderes de la talla de Alfredo Ramos en Iribarren, José Barrera en Palavecino, Jesús Guillermo Gómez Bastidas en Torres, José Moreno en Crespo, Víctor Escalona en Morán, José Martín en Jiménez, Alexis Virgüez en Simón Planas, Daniel Quiñonez en Andrés Eloy Blanco, y Williams Ereú en Urdaneta.
Mención especial merece el caso de Macario González, un dirigente político de prestigio en todo el Estado, incluso nacional, que ha renunciado a aspiraciones legítimas para defender la Unidad, por lo que le han confiado la Coordinación de la Mesa de la Unidad en  Lara, y es candidato a Concejal en Iribarren, un gran refuerzo para la victoria.
Ese rotundo triunfo en el Estado lo garantiza también la administración progresista del Gobernador Falcón, quien ha demostrado una especial vocación para atender los problemas de los más pobres, sin dejar atender a la clase media y darles apoyo a los empresarios del Estado. En el desempeño de sus funciones ha procurado la inclusión de todos los sectores sociales.
Y en cuanto a los factores de orden nacional, la crisis actual conduce a un plebiscito, que enfrenta a Maduro con Capriles, con clara ventaja para el líder de la Unidad Nacional.   Después de la experiencia mundial acerca del fracaso de un conjunto de políticas económicas y sociales, y el éxito de otras, el gobierno venezolano en los últimos 15 años, asesorado por  algunos técnicos y políticos formados en la ideología dogmática que impuso Stalin a los partidos comunistas durante décadas, se han empeñado en repetir las políticas estatistas del fracaso, con la tesis de que ellos si triunfarán, porque los soviéticos no supieron aplicarlas correctamente.   De nada les ha valido el derrumbe de la Unión Soviética y de todas los  gobiernos que siguieron sus pasos, y ni siquiera el giro de 180 grados que ha dado China hacia una política de desarrollo capitalista, que la ha convertido en la segunda potencia económica mundial, que ha sacado de la miseria a unos 400 millones de chinos y continúa en marcha hacia el ascenso social de otros centenares de millones de pobres, que encuentran trabajo, aún con bajos sueldos y salarios, en las miles de nuevas empresas nacionales e internacionales privadas que compiten en el mercado mundial.
Incluso, el dogmatismo estatista no los deja ver otros cambios científicos y tecnológicos que han transformado la sociedad contemporánea, en la que el conocimiento ha sustituido los viejos valores de la explotación del trabajo de los obreros y campesinos, para aumentar la riqueza de los capitalistas. No pueden entender que Bill Gates haya acumulado una riqueza de más de 40.000 millones de dólares, producto de su talento, de sus conocimientos y no de la explotación de sus  trabajadores. Y lo más concreto y sencillo para los venezolanos, tampoco han entendido que los pobres existen porque no han estudiado lo que estudió Bill Gates, y ni siquiera han alcanzado los niveles de esos técnicos y asesores del gobierno, que aunque no hayan comprendido los cambios universales, por lo que estudiaron cobran 15 y último muy buenos sueldos y viven como los ¨capitalistas¨ del Este de Caracas.
Y lo más grave para los venezolanos es que al aplicar las políticas del estatismo, han expropiado o confiscado más de 3 millones de hectáreas de tierras, la mayoría de ellas en plena producción, y las han convertido en improductivas, causa principal de la falta de escasez  de alimentos de alimentos. Por eso no se encuentra la leche, el azúcar, el aceite y ni el café que desde la época de la colonia producíamos y exportábamos, hasta que llegaron los adoradores del Estado, se apoderaron de las torrefactoras y acabaron con esa pequeña e histórica riqueza.
Pero esto no es la única demostración de la capacidad destructiva del gobierno de Maduro, sino que también se ha hecho extensiva a la industria nacional, en la que existían unas 14 mil empresas antes de asumir el poder Hugo Chávez, y hoy apenas sobreviven unas 7 mil. E incluso la industria nacional representada en lo fundamental por PDVSA y las empresas de Guayana son ejemplos de la depredación de nuestras riquezas. PDVSA subsiste gracias al endeudamiento que ya va por los 80.000 millones de dólares, y las empresas guayanesas están todas prácticamente quebradas.
Y después de esta catástrofe creada por sus políticas anacrónicas e equivocadas, aspiran a que el pueblo los continúe apoyando, para lo cual ponen en práctica una política demagógica de aupar el saqueo de algunas empresas privadas, tratando de salvarse de una segura derrota, que le propinará un pueblo cada día menos manipulable, el 8 de diciembre.

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