La organización Esperanza Activa, motivadora en Lara para producir cambios favorables en las personas y en Venezuela, trabaja intensamente en estos días en la campaña “Ciudadanos en Acción”, para animar a las personas a que superen la desesperanza aprendida respecto a lo incierto en el porvenir político y social, y no incurran en la abstención en los comicios municipales a realizarse el 8 de diciembre en el país.
Maricarmen Rivas, integrante de Esperanza Activa, precisó que en torno al tema de los cambios en Venezuela existen paradojas en las personas, ya que se muestran preocupadas y al mismo tiempo inhibidas. Están paralizadas.
Dicen: “para qué voy a votar si no salimos de lo mismo. Me van a robar las elecciones (…)”.
Como psicóloga, Rivas entiende que esta desesperanza aprendida en las personas obedece a procesos traumáticos y sistemáticos vividos por ellas mediante las cuales se han frustrado sus acciones ciudadanas y aprenden a no accionar.
Citó el ejemplo de la gente que protesta y se le desconocen sus derechos, por el contrario se le castiga.
Otro ejemplo es que las personas van alimentando la creencia del “yo no puedo”, si cada vez los resultados de las acciones les son adversos, entonces entran en un sentimiento de abandono y de postración sintiendo que no tienen la capacidad de cambiar la situación que les molesta. Profundizó que la ciencia de la conducta ha demostrado que la desesperanza se puede construir. Quedó evidenciado a través de estudios de laboratorio, uno de estos realizado por el experto Martin Seligman.
Precisó que consistió el experimento en colocar en dos cajas a dos grupos de perros. Entrenó al primer grupo para que con el hocico golpeara una palanca que desactivaba la electricidad producida en intervalos en la parrilla sobre la cual estaban parados.
Mientras el otro grupo de perros estuvo condenado a sufrir la electricidad hasta que terminara porque no tenían la opción del primero de desactivarla. Posteriormente, Seligman agarró a los dos grupos de perros y los colocó en una nueva caja donde todos tenían la misma posibilidad de desbloquear el sistema eléctrico de la parrilla, pero qué pasó? los perros entrenados siguieron golpeando la palanca con el hocico para salvarse de la electricidad, y los que no se quedaron paralizados y eran capaces hasta de morir sin hacer nada.
Rivas expuso el estudio justamente para compararlo en similitud conductual con este conglomerado de ciudadanos que quieren ejercer sus derechos para terminar con situaciones que le incomodan, pero en la medida que sus acciones son ignoradas, aprenden a inhibirse como los perros de Seligman, que no es más que el fenómeno de la desesperanza aprendida, es decir, como si estuvieran entrenados y adaptados a no responder, votar ni reclamar derechos, lo que les genera depresión colectiva, deterioro de la voluntad, de la motivación y de sentimientos positivos.
Indicó que la campaña Ciudadanos en Acción, de Esperanza Activa, busca ayudar a esas personas y hacerles entender lo que les está ocurriendo, para que comprendan que pueden ir en la reconquista de logros, transformando el dolor y vicisitudes en combustible para obtener cambios necesarios y de esta manera mejorar la calidad de vida de todos.
Enfatizó que en Venezuela se requiere lo más urgente posible la pluralidad, la paz, las libertades, los valores, el desarrollo y el avance.
Opinó que la oposición tiene una tarea, y es lograr una idea aglutinadora de ese sentimiento de los venezolanos como lo hizo en su oportunidad el fallecido presidente Hugo Chávez.