Sin duda alguna, las elecciones que más electores atraen en el mundo son las de carácter presidencial y, por supuesto, se deja de manera marginal los comicios relacionados con cargos legislativos y de los alcaldes, observa el politólogo Radamés Graterol, al ser consultado por EL IMPULSO.
Sin embargo, en los últimos años, en lo que concierne a Venezuela, ha habido un repunte en la participación en los asuntos públicos locales.
Estrategias
Este año hemos visto que el Gobierno, con el fin de que se queden más o menos las preferencias electorales a su favor, ha tomado una serie de medidas extraordinarias, consumistas, con el pretexto de beneficiar a las familias y a la clase media, que desea conquistar.
Por otro lado, creo que la estrategia de la oposición va a ser, además de recalcar sus apreciaciones sobre la situación económica (devaluación de la moneda, escasez, desabastecimiento, largas y penosas colas en los mercados y supermercados, inflación sin límite) resaltará que las medidas tomadas son “paños calientes” porque el año próximo todos esos fenómenos serán peores.
Al mismo tiempo, los factores que forman parte de la Mesa de la Unidad Democrática, se están dedicando a temas más locales, que es la recomendación de los expertos, porque la gente está esperando la solución de sus problemas más cercanos.
Decisiones
Quien maneje mejor el asunto de la localidad combinado con el tema nacional, creo que va a tener de alguna manera el favorecimiento de los electores.
Aunque parezca que la campaña ha comenzado muy fría, en esta ocasión la polarización hará repuntar el proceso comicial.
Menos abstención
Estima Graterol que como las elecciones del 8 de diciembre ya han tomado un carácter plebiscitario, la polarización hará que la concurrencia sea masiva ese día.
Porque, por una parte, el oficialismo buscará la aprobación a la gestión de Nicolás Maduro, mientras que por el otro, la oposición se empeñará en lograr el voto castigo, tomando en consideración precisamente la situación económica que ha elevado considerablemente el costo de la vida.
También hay que tomar un tercer elemento, el de los no alineados, quienes, en definitiva, podrán decidir el fiel de la balanza electoral. Los dos bandos identificados buscarán captarlo. De todas formas, tal como están las cosas, es factible que el nivel de votantes esté por el 60 por ciento.