El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, está apostando por un estilo confrontacional con el sector empresarial emulando a su mentor, el fallecido líder socialista Hugo Chávez, para atraer votos para sus candidatos en las próximas elecciones de alcaldes.
Los comicios del 8 de diciembre para 335 municipios, desde barrios populares hasta pueblos desolados en el interior del país, serán la primera prueba de fuerza para Maduro después de ganar estrechamente la presidencia en abril.
En un contexto de alta inflación y escasez; y argumentando especulación cambiaria, obligó a los comerciantes a bajar los precios de sus mercancías. Muchos se volcaron a comprar felices, aunque las rebajas hayan representado un golpe para los dueños de las tiendas.
Los problemas económicos que agobian a los venezolanos han erosionado la popularidad del novel mandatario, quien ha apostado por enfrentarse a los empresarios, a los que acusó de «parásitos del capitalismo» y que tendrán que asumir los costos de bajar los precios.
Los venezolanos están inundando las tiendas para hacerse de repuestos para autos, televisores de alta gama y ropa con descuento, tras soportar meses de altos precios y desabastecimiento.
«Estas medidas del Gobierno son las acertadas. Incluso, la especulación fue reconocida por los mismos dueños de comercios que voluntariamente han hecho rebajas de precios», dijo Leonardo Jiménez, un abogado de 28 años, en una fila frente a una tienda deportiva en un prominente centro comercial de Caracas.
«Por supuesto que va a afectar positivamente la votación de las próximas elecciones», agregó.
Crear discordia entre la mayoría humilde del país y los líderes empresariales antes de las elecciones podría ayudar a movilizar a los partidarios del gobernante Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), incluso aquellos descontentos por la inflación, que roza el 55 por ciento, y la persistente escasez.
«Esta es una estrategia tradicional de populismo y gasto público ¿Qué le dice Maduro a las masas con estas acciones? íYo vine a acompañarte en tu drama de inflación y escasez! Sin profundizar mucho en las razones del drama», dijo el director de la encuestadora Datanálisis, Luis Vicente León.
Las largas filas continúan en muchas tiendas del país, incluso cuando los anaqueles empiezan a vaciarse.
Militares con rifles de alto alcance y expresiones de aburrimiento mantienen la vigilancia en los comercios atestados de compradores, para prevenir que se repitan saqueos como el que ocurrió a una cadena de electrodomésticos tras el anuncio de Maduro de ocupar militarmente la tienda.
La foto de una mujer cargada de electrodomésticos y una efusiva sonrisa a las afueras de una tienda Daka en Caracas se volvió viral en las redes sociales, convirtiendo a Clotilde Palomino en un símbolo de los saqueos.
Palomino se vio obligada a contactar a la prensa local para probar que había pagado por sus nuevos electrodomésticos. Lo próximo fue llegar hasta el palacio de Gobierno, invitada por Maduro, quien la usó como un ejemplo de los venezolanos humildes beneficiados por la rebaja de precios.
La elección tiene múltiples lecturas, pero la oposición agrupada en la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y el PSUV se disputarán sobre todo «las joyas de la corona» o municipios clave, como los de Caracas y el petrolero Maracaibo.
La mayoría de las encuestas vaticina que el PSUV se llevará el grueso de las alcaldías.
Pero la oposición dará pelea en los enclaves centrales, como la alcaldía metropolitana de Caracas y la reñida Maracaibo, según un sondeo confidencial de una firma consultada por Reuters.
Muchas encuestadoras reconocidas no publican los resultados de sus estudios por la controversia que crean, pero a la larga se filtran.
«íNO ME DEJEN SIN NADA!»
Hasta ahora, la «ofensiva económica» ha dejado cientos de comerciantes procesados por la justicia y miles de agresivas fiscalizaciones, pero también a miles de consumidores contentos.
Para los críticos de Maduro la estrategia ha afectado a comerciantes honestos, obligados a reducir ganancias en medio de una economía inflacionaria que se come el poder adquisitivo y predicen que se está allanando el camino para una mayor escasez.
Un vídeo, que también se hizo viral en internet, mostró a un comerciante llorando a gritos tras ser forzado a bajar los precios de su tienda de electrodomésticos en el Tigre, en el occidental estado Anzoátegui.
«Yo compré a 60 bolívares (por dólar)! íPor Dios! Esto es un irrespeto, es nuestro dinero íNo me dejen sin nada!, gritó desconsolado Hakim Riffai, llevándose las manos a la cabeza y flanqueado por los empleados de la tienda que lo defendían, antes de que efectivos militares lo alejaran de las cámaras.
La campaña electoral se inició oficialmente el sábado, pero ha recibido poca atención en medio de la carrera por los precios bajos y el cansancio general de los venezolanos que con estos comicios habrán acudido a tres elecciones en un año.
Los alcaldes son clave para la política nacional, pues reciben una parte importante de la renta petrolera y, en muchos casos, son el único enlace entre el gobierno central y los puntos más remotos.
La oposición ha planteado la votación como un plebiscito a Maduro y sus esfuerzos por mantener la política económica propuesta por Chávez, quien murió en marzo de cáncer.
El líder opositor Henrique Capriles espera que los partidos de su coalición ganen la mayoría de los votos totales, lo que significaría una victoria simbólica.
Algunos analistas anticipan que una victoria oficialista permitiría a Maduro cimentar un capital político para acometer medidas poco populares, como ajustes de precios controlados, que aunque aliviarían el desabastecimiento, otros creen que sería una traición al legado de Chávez y sus bolsillos.
Los inversores esperan una devaluación profunda del bolívar a cerca de 9 unidades, desde los 6,3 bolívares actuales, un año después de que el Gobierno devaluó por quinta vez su moneda desde el 2003.
Funcionarios aseguran que trabajan en un tercer mercado de divisas que les ayudará a «fulminar» las operaciones paralelas de divisas, donde los billetes se venden hasta 10 veces por encima del valor oficial, según operadores.
Mientras tanto, incluso algunos de los venezolanos que cuestionan la estrategia de Maduro están aprovechando las gangas, en parte porque temen que los productos escasearán en el futuro.
«No estoy muy convencido con esto. Todo colapsó, es un desastre», dijo Mauricio García de 25 años parado al final de una larguísima línea para aprovechar el descuento de 55 por ciento ofrecido por una reconocida marca deportiva.
García, quien trabaja en una tienda de reparación de celulares en un centro comercial especializado en tecnología, dijo que muchos comercios vecinos han cerrado.
«Maduro lanzó esto en el momento indicado, justo antes de las elecciones», dijo con una sonrisa de resignación.
