La Ley Habilitante que le aprobó la Asamblea Nacional a Nicolás Maduro contiene un exabrupto tras otro, pero tiene una sola explicación: su proyecto se ha ido esfumando, desvaneciendo, sin tocar tierra y se encuentra con una situación desconcertante, porque el país está hundido en una crisis muy grave y de consecuencias inmediatas.
Tal es el criterio expuesto por Américo Martín, exguerrillero, abogado, escritor y analista político, entrevistado, vía telefónica, por EL IMPULSO.
Maduro, en su opinión, “trata de resolver o enfrentar esta situación, manteniendo en lo posible la moral de sus conductores”.
La propia idea, en el caso de él, no tenía ningún sentido, porque aparte de que este tipo de leyes está concebida como una delegación general del Poder Legislativo, cuenta con una Asamblea Nacional totalmente plegada a su voluntad. De manera que no tenía ningún motivo para invocar esa Habilitante
-¿Por qué lo hace?
-Para manifestarle al país, que se está entrando en una etapa nueva de decisiones y de una acción enérgica contra dos peligros que su fantasía ha inventado: el primero es la “guerra económica”, sin decir quién la dirige y cuáles son sus planes; y el segundo, los intentos de especulaciones y saboteo de un fenómeno que ha creado su Gobierno.
La inflación más alta del mundo
Este Gobierno ha llevado la inflación a una fase crónica. En el año que está por cerrar va a llegar al tope más alto del mundo.
Y la especulación es un sub producto de la inflación y de los controles.
De modo que el único autor de la especulación y de la inflación exacerbada se llama Nicolás Maduro.
Entonces pide y logra una Ley Habilitante con poderes absolutos para combatirse a sí mismo.
El único país de la OPEP que no crece
-Después que Maduro llamó a los consumidores a dejar los estantes vacíos, ¿qué consecuencias se esperan de producirse mayor escasez de alimentos y malestar por no conseguirlos?
-No hay nada en la Ley Habilitante que nos haga pensar que esos problemas va a ser abordados con éxito.
-¿Por qué?
-El éxito en ese sentido está relacionado con la mayor productividad y con el crecimiento acelerado de la economía. Eso, como sabemos, no existe en Venezuela. El único país de la OPEP que no crece y está sometido a una inflación considerable es el nuestro. Todos los demás están creciendo y tienen sus variables bajo control.
Sostiene Martín que no hay en la Habilitante ni un solo artículo que haga suponer que está implícita allí una medida capaz de resolver el problema económico.
Una ley para perseguir.
Por el contrario, la Habilitante es presentada tanto en su forma como en su contenido para efectuar persecuciones anónimas.
El objetivo es perseguir, principalmente, a los que él llama especuladores. Y como tales se entiende a cualquier empresa; pero, como no precisa de quiénes se trata, cualquiera puede sentir que el capricho del Presidente lo va a señalar con el dedo.
Lo sensato es no aplicarla
Américo Martín dice que los especuladores, claro está, deben ser castigados como lo determinan las leyes al respecto. Pero, cuando se habla en términos genéricos sobre especulación, tiene un efecto terrible en un país que ya está inhido desde el punto de vista económico.
-¿Qué debería hacer?
-Dejar esa ley colgada en el closet como un trapo viejo. No tiene ninguna utilidad para el país.
Recuerda que en el pasado Hugo Chávez, quien hizo aprobar varias leyes habilitantes y se daba cuenta que aplicarlas era peor que no hacerlo, las dejó reposando en “baño de María”. Eso es lo único sensato que podría hacer Maduro. No intentar aplicarla esa ley, que nada va a resolver, sino que por el contrario, todo lo agravará.
