Tras resurgir en Twitter y alcanzar dos millones de seguidores, la gobernante brasileña, Dilma Rousseff, inauguró el miércoles una página de la Presidencia en Facebook.
«Hola, te invito a participar en la página del Palacio de Planalto -sede de la Presidencia- en Facebook», expresó Rousseff en el vídeo publicado en el nuevo sitio.
«Disfruta nuestra página, opina, participa», pide la presidenta para la nueva página https://www.facebook.com/PalacioDoPlanalto.
Tras las multitudinarias protestas callejeras de junio en Brasil, articuladas en las redes sociales, la presidenta reactivó su twitter, @dilmabr, en el que ha aparecido muy activa.
El twitter presidencial tiene más de 2 millones de seguidores, un número considerado «excepcional», conmemora el portavoz de la presidenta, Thomas Traumann.
El twitter se mantendrá como la principal voz directa y más política de Rousseff, y la página en facebook será más «institucional, representando a la presidencia y con el objetivo de divulgar informaciones de las actividades del gobierno», explicó el portavoz a la AFP.
Uno de los objetivos de la página de facebook es divulgar los avances del gobierno en las áreas que centraron las protestas callejeras: transporte, educación y salud para los brasileños.
La popularidad de Rousseff cayó en picada tras las protestas de junio, pero después se ha ido recuperando y la mandataria es favorita a la reelección en las presidenciales de octubre de 2014.
La página en facebook arrancó el miércoles con elogios y críticas abiertas. «¿Es absolutismo moderno?», cuestionaba la internauta Soraya Orsoni sobre la página de la Presidencia con una presidenta omnipresente.
«Felicidades por la iniciativa, dialogo abierto es una necesidad en toda nación democrática», elogió en cambio Joao Garcia.
Otro brasileño, Juvenal Pedroso Neto, aprovechó para advertir que durante la Copa del Mundo los brasileños volverán a convocar manifestaciones: «Presidenta, la Copa del Mundo está llegando, y ustedes no disminuyeron ni los tributos ni la impunidad ni la corrupción y el pueblo está harto de esa copa y de las Olimpíadas (de Rio de Janeiro en 2016), señaló.