El economista Aníbal Peña Javitt ofreció sus consideraciones sobre las graves consecuencias para las personas que hoy, sin reparar, están comprando cualquier producto en el mercado, tras las medidas anunciadas por el presidente Nicolás Maduro, con las cuales obliga a los comercios a bajar sus precios, argumentando que para ello el Gobierno les otorga dólares regulados para que hagan sus importaciones.
El también profesor de la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado, en el primer análisis, indicó que el problema de hacer colas frente a los negocios para obtener un electrodoméstico, una prenda de vestir o un celular, está generando otra tensa situación entre los consumidores porque un alto porcentaje, al no tener dinero en efectivo, se ve en la obligación de acudir a la tarjeta de crédito para pagar, lo cual le acarrea una enorme deuda con el banco, quizás imposible de pagar, visto el bajo poder adquisitivo y la elevada inflación.
El otro análisis que el especialista pone en la mesa de discusión, y que realiza a raíz de estas compras aceleradas, es el tema de los préstamos forzosos que hacen las personas a los llamados prestamistas para acudir a esos mercados e incorporarse a las colas interminables.
Si por cualquier circunstancia esa persona no puede dentro del procedimiento legal cancelarle el dinero al banco por concepto de haber utilizado la tarjeta de crédito, queda sujeto a perder su récord de crédito y la entidad financiera se reserva el derecho de eliminar dicho plástico, expuso.
En un tercer punto precisó que las personas están comprando artículos de línea blanca, sin tomar en cuenta la prioridad, aprovechándose del bono de fin de año (aguinaldos), sin percatarse que después tendrán problemas para hacerle frente a los gastos realmente necesarios, como la canasta alimentaria, educación y salud, entre otros, no menos importantes.
Alegría momentánea
Por otro lado se refirió a que la gente está muy emocionada por la cantidad de bolívares que hay en la calle, pero esa liquidez que ronda el billón de bolívares está causando mayor inflación, lo cual traerá en los próximos seis o siete meses desabastecimiento no solamente de alimentos, sino también de artículos de línea blanca.
¿Por qué? Se pregunta, porque los comerciantes que no recibían dólares de Cadivi a 6,30 y del Sicad a través de la oferta a 11 dólares, normalmente recurrían al mercado paralelo donde lo adquirían seis o siete veces mayor que el dólar oficial para importar sus productos, por lógica ese comerciante no vendía al costo, a diferencia del que sí le daban dólares oficial, pero por las medidas tomadas ya ningún comerciante recurrirá a ese mercado y, por consiguiente, se espera un desabastecimiento general.
Explicó que el Gobierno en este momento no tiene dólares suficientes para entregarle a los comerciantes debido a que las reservas internacionales cayeron a menos de 21 mil millones de dólares, de los cuales 2 mil corresponden a las reservas operativas en papel que pueden utilizarse de inmediato para las importaciones, y ese es muy poco.
Asimismo, afirmó que el 76% de las reservas internacionales, constituidas por lingotes de oro, las cuales llevan cuatro semanas bajando de valor, no se pueden perder en la actualidad ya que deben ser certificadas en el exterior como oro puro.
Acotó que a esta situación se le agrega la política monetaria del Gobierno de subir el encaje legal, de 17% a 19%, es decir, se trata del porcentaje que las entidades bancarias deben destinar al Banco Central de Venezuela, por ejemplo, “si yo deposito 100 bolívares, 19 deben ir al BCV y el resto queda para darlo en préstamo.
El Ejecutivo busca con esta maniobra que la banca le envíe más dinero al BCV y que tenga menos dinero para prestar a sus ahorristas.
Otra política monetaria que contribuye a la crisis es el aumento de dos puntos de las tasas de interés, y el incremento del 14.99 para los ahorros, pero, ¿cómo ahorra la gente si la inflación se acerca al 50%, lo cual significa una pérdida del valor de ese dinero depositado? Por lo tanto, es mejor que lo invierta a tiempo.
Si con esa política el Gobierno intenta combatir la liquidez, no lo logrará, puesto que simultáneamente está emitiendo dinero inorgánico para enfrentar sus gastos, y ese dinero no tiene respaldo en el BCV. Por tanto, en la calle siguen aumentando los billetes, frente a una baja producción, lo que genera mayor inflación, esgrimió.
Adelantó que al ritmo inflacionario que va Venezuela, se verá en la necesidad de imprimir billetes con valor monetario de 200 y 500 bolívares.