El presidente Nicolás Maduro recibirá este martes de la Asamblea Nacional poderes especiales para emitir a lo largo de un año decretos con fuerza de ley, una facultad criticada por opositores y analistas por considerar que podría acentuar el modelo de control estatal.
La Asamblea, dominada por los oficialistas, tiene previsto reunirse a partir del mediodía para dar el segundo y último debate que requiere la aprobación de la llamada ley habilitante, que faculta por un plazo determinado a un jefe de Estado venezolano a legislar por decreto.
Maduro solicitó tales poderes en octubre y con vigencia de 12 meses a partir de su aprobación.
El presidente de la Asamblea Nacional y directivo del partido oficial, Diosdado Cabello, anticipó en mensajes en su cuenta de Twitter que una vez que sea aprobada la ley los oficialistas marcharán desde la sede del Legislativo hasta el Palacio de Miraflores, la casa de gobierno, en un trayecto de unas seis cuadras en el centro de Caracas.
Maduro ha dicho que precisa esos poderes para agilizar la lucha de lo que denomina «la guerra económica» y la corrupción, elementos a los que atribuye la espiral inflacionaria y la escasez de productos alimenticios y medicinas, entre otros.
Luis Vicente León, directivo de la firma encuestadora venezolana Datanálisis, comentó que Maduro podría usar la ley habilitante para tomar decisiones «efectistas» que le permitan «distraer la atención de los venezolanos de los graves problemas que más preocupan».
«Al menos en el corto plazo, no creo que el gobierno utilice estos poderes para tomar las decisiones económicas que se requieren como es abordar sinceramente el tema cambiario, la ineficiencia de empresas públicas, los costos de producción y la generación de dinero inorgánico», aseveró León en entrevista telefónica.
León no descartó que Maduro también use la ley para «inhabilitar adversarios políticos incómodos y ampliar la intervención de algunos sectores económicos como lo vienen haciendo» para combatir la «guerra económica silenciosa, que según él promueven sus adversarios para desestabilizar su gobierno».
Las dos primeras medidas que emitirá son una ley referida al control de costos, ganancias y precios en todos los productos y una segunda sobre «comercio exterior para garantizar el control de las importaciones y promoción de las exportaciones de Venezuela», según indicó Maduro la víspera en un acto desde la ciudad de Maracay, al oeste de Caracas.
El líder opositor Henrique Capriles destacó que desde hace más de una década el gobierno ha expropiado empresas y tierras y ello no ha redundado en una mayor producción de alimentos, que ahora son principalmente importados ahora.
«¿Será que van a intervenir todas las empresas expropiadas que hoy casi no producen nada? Dígame las de alimentos, casi paralizadas», dijo el líder opositor Henrique Capriles el martes en su cuenta de Twitter.
«La crisis económica se soluciona produciendo, no confiscando ni expropiando, algo que jamás logrará Maduro, poner el país a producir», añadió el opositor.