Cerca de las 6:00 de la mañana de ayer, Yomar Eugenio Pérez Blanco (20) encontró la muerte tras ser sorprendido por habitantes de la comunidad de Cerro de Silla, a tres horas de camino de Sanare, robando en la casa de un vecino de nombre Brígido Martínez (53), quien junto a su familia había sido sometido en su vivienda por una banda de 12 sujetos, incluido el ahora occiso, con la intención de hacerse con las herramientas de trabajo del caficultor.
Según se pudo conocer, otros residentes de la zona empezaron a oír ruidos desde muy temprano que provenían de la morada de Martínez, y al sospechar que se trataba de un hecho irregular, fueron a armarse con rifles, machetes y palas.
Inmediatamente regresaron al terreno de la casa de la familia secuestrada, para descubrir a 12 individuos subiendo motosierras y otro tipo de maquinarias pertenecientes a Martínez en un camión que habían preparado para tal fin.
Tan pronto como vieron a los pobladores enardecidos, los delincuentes dejaron de cargar cosas y encendieron el vehículo para emprender la huida.
Sin embargo, uno de los vecinos del caficultor disparó contra uno de los 12 hombres, Yomar Pérez, hiriéndolo en un brazo.
El abaleado cayó al suelo mientras sus otros 11 cómplices lograban escapar a toda velocidad. Enfurecidos, los trabajadores cafetaleros decidieron tomar la justicia en sus manos y con tres certeros machetazos en la cabeza, y otros dos en una pierna, acabaron con la vida del ladrón.
Funcionarios de la Guardia Nacional, Policía Municipal de Andrés Eloy Blanco y el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas, presumen que el hombre linchado pertenecía a una banda proveniente del estado Portuguesa, cuyos miembros, desde caseríos fronterizos como El Tigre, suelen cruzar el límite con el estado Lara cada vez que los caficultores de esta entidad inician la temporada de cosecha.
El modus operandi siempre sería el mismo: Esperar a la zafra del café y a que los agricultores carguen los bultos en sus camiones, para entonces secuestrarlos, apoderarse de su carga, venderla y pedir rescate por ellos y sus vehículos, y en algunos casos también se dedicarían a robar herramientas y maquinarias de los caficultores. Autoridades informaron que el asaltante residía cerca de Acarigua.
Su cuerpo fue entregado por el Cicpc en la morgue del Hospital Central de Barquisimeto cerca de las 10:00 p.m. de ayer, pues el caserío donde ocurrió el hecho era de muy difícil acceso por tierra.