Pese al inicio de la campaña electoral, la economía continúa copando la agenda noticiosa nacional ante las compras nerviosas que realizan cientos de miles de venezolanos impulsados por las medidas implementadas por el presidente Nicolás Maduro para enfrentar los altos niveles de inflación.
El presidente de Fedecámaras, Jorge Roig, explicó algunas de las aristas que rodean la espiral inflacionaria registrada en 2013 en el país, entre las cuales destacó el incremento de la informalidad laboral y la escasez de productos en el mercado debido a la baja en la producción nacional. “Hay muchos menos productos y mucha gente que los quiere comprar y ese es el fenómeno inflacionario, cuando hay pocos productos el precio sube”.
Pese a que la situación económica del país se ha complicado en los últimos tiempos, Roig llama a la población a no “caer en las campañas de consumo masivo”. Que reflexione, que no compre cosas que no necesita. Se trata de que compre lo que tiene que comprar porque cuando se compra exageradamente se está impidiendo que otra persona compre”.
Aunque admitió que es difícil que la gente no caiga en situaciones de pánico ante la pérdida del poder adquisitivo del bolívar, Roig pidió a los venezolanos mucha paciencia y calma. “Lo que hace este nerviosismo realmente es que la gente se sienta mucho peor, caiga en el estrés. Quiero que la gente se sienta tranquila pese a que hoy hacer mercado no es una actividad gratificante”.
Nuevos caminos
Ante las múltiples distorsiones económicas para Jorge Roig no es extraño Venezuela aparezca en el puesto número 180 de Doing Business de 185 países en el mundo. “No significa que no haya negocios en Venezuela, significa que es muy complicado hacer negocios, y es ahí es donde los venezolanos somos buenos, cuando las cosas son complicadas”.
“Este es el momento del autoempleo, el momento para pensar en hacer negocios pequeños que por lo menos te den una visión de vida; creo que es un momento fértil para el emprendimiento”, agregó.
Para el presidente de Fedecámaras, el principal problema son las restricciones que impone el modelo económico del Estado “para que un empresario privado vea que sus ideas se reproduzcan y se conviertan en realidad. Hay un modelo que atenta contra los emprendedores y que no permite que la empresa privada crezca”, concluyó.