La industria del cemento atraviesa la crisis más grave de su historia, asegura Orlando Chirinos, coordinador nacional de la Alianza de Trabajadores Cementeros de Venezuela, en entrevista concedida a EL IMPULSO, luego de visitar la ciudad de Caracas en busca de respuestas a los obreros pertenecientes a Venezolana de Cementos, antigua Cemex.
En las últimas semanas, los problemas de planta Barquisimeto fueron denunciados por los mismos trabajadores, quienes aseguraron que la producción alcanzó el nivel más bajo registrado en la historia de la empresa.
En primer lugar, Chirinos recordó que fue en el año 2008 cuando inició la nacionalización de la industria cementera en Venezuela. “Para aquel entonces la producción estaba a cargo de tres transnacionales: una mexicana, una francesa y otra inglesa. El Gobierno tomó el control de las mismas y constituyó Venezolana de Cementos, la Fábrica Nacional de Cementos y la Industria Venezolana de Cementos, controlando así el 95% de la producción del país”.
Con las tres empresas, el Ejecutivo inició la conformación de la Corporación Socialista de Cemento que agrupa a más de 9 mil trabajadores en toda Venezuela, de los cuales unos 600 están ubicados en Lara. “Estas empresas se encargaban de tres ramas: fabricación, transporte, agregado y concreto. Todas esas áreas están nacionalizadas”.
La participación del Estado fue bien recibida por los trabajadores, quienes esperaban un cambio de gestión, bajo el denominado Control obrero.
“Desafortunadamente sólo hubo mayor explotación en contra de los trabajadores y un abandono de la industria. En el año 2008 producíamos 9,7 millones de toneladas métricas de cemento. Actualmente, se producen menos de 5 millones toneladas métricas aunque la capacidad es de 10 millones”.
En este contexto, la industria del cemento se encuentra paralizada en 85% por desinversión y falta de voluntad política, asegura Chirinos, al tiempo que critica la ausencia de contraloría. “Debido a la merma productiva, nos hemos declarado en emergencia operativa. Esta es una de las peores crisis de la historia”.
Sin repuestos
En Cemex cuentan con tres hornos, los cuales se paralizan constantemente porque no hay repuestos ni el mantenimiento adecuado. “Hemos tenido hornos sin funcionar hasta por 10 meses. No hay dolencia debido a la burocracia que dirige a la industria cementera”.
El dirigente sindical sostuvo que luego de las protestas fueron sometidos a presiones de toda índole, con calificaciones de despido y secuestros de salario. “Desde hace cinco años están vencidas las contrataciones colectivas en detrimento de la calidad de vida de los trabajadores”.
Según datos aportados por Provea, 65% de los conflictos generados en el año 2012 se debían a problemas laborales. En este sentido, Chirinos insiste en la necesidad de que el Ejecutivo inicie investigaciones que determinen responsabilidades del deterioro en las empresas básicas. “El 21 de noviembre haremos una movilización en la ciudad de Caracas para que se impute a quienes ha dirigido la industria cementera y se concrete un ajuste salarial para los trabajadores”.
En planta Barquisimeto esperan también la visita de los funcionarios del Instituto Nacional de Prevención y Seguridad Laborales (Inpsasel), pues los trabajadores no tienen dotación de uniformes ni cascos.