A la hora de elegir un juguete para los niños, es conveniente tener en mente algunos consejos y conceptos sobre la adquisición y la utilización del juguete por el niño. Como instrumento de socialización, aprendizaje, transmisor de cultura y de valores.
10 valores de los juguetes para los niños
1. El juguete es cultura porque es un instrumento antropológico, A través del juego y de los juguetes, el individuo se construye desde el punto de vista antropológico, biológico, psicológico y cultural.
2. El juguete potencia el aprendizaje experimental de los niños y tiene un alto valor psico-pedagógico. El aprendizaje temprano son esenciales para el desarrollo equilibrado de la personalidad infantil y su maduración.
3. El juguete, a través del juego, actúa como un importante medio socializador, que contribuye a la formación y transmisión de valores sociales como el compañerismo y la solidaridad.
4. Los juguetes potencian las habilidades motoras y mentales. La manipulación de juguetes tiene efectos físicos, psicológicos y educativos en el niño, prolonga la capacidad de acción y de pensamiento más allá del cuerpo y permite la creación y perfeccionamiento de nuevas acciones e ideas.
5. Los juguetes aportan valor al juego, lo hacen más complejo y variado y convierten esta actividad lúdica en una experiencia placentera y formativa.
6. El juguete es un medio de expresión y comunicación. A través de él, los pequeños expresan sus emociones, a la vez que resuelven problemas y situaciones.
7. El juego con juguetes, en la medida que simula situaciones de los mayores, transmite informaciones, actitudes y valores del mundo adulto.
8. A través de los juguetes podemos aprender a ver el mundo tal y como lo perciben los niños y detectar, asimismo, sus prejuicios, conocimientos erróneos y expectativas.
9. Es necesario buscar el juguete que resulte más adecuado a cada necesidad y momento. Para ello, se deben tener en cuenta criterios educativos para evitar la frustración del niño.
10. La Declaración Universal de la ONU (1980) reconoce el derecho del niño a jugar. Los adultos deben proporcionarle recursos, tiempo y espacios de juego, adecuados y estimulantes.