Gerardo Méndez acudió a Los Próceres con una garantía por delante: la de estar ingresando a un centro comercial custodiado por los militares, en pleno este barquisimetano.
Llegó a las seis de la tarde de este sábado 16 de noviembre, sin imaginar que la cena se convertiría, en palabras de su esposa, «en la más costosa de su vida».
Al descender al sótano que funciona como estacionamiento, justo a las nueve de la noche, la sorpresa pasó a la indignación: su vehículo, una Jeep Grand Cherokee año 2010, color blanco, fue desvalijada. Los delincuentes se llevaron la pantalla del DVD, accesorios, lentes de sol, cartera con documentos personales y hasta un regalo que nunca llegó a su destino. En total, casi 60 mil bolívares de los nuevos (60 millones de los viejos) en pérdidas, explicó en la redacción del diario EL IMPULSO.
Indignado, acudió al departamento de seguridad del centro comercial pero la respuesta fue unilateral: «No respondemos por pérdidas de objetos dejados en el interior de los vehículos. Además, usted dejó la camioneta abierta», le aclararon.
«Por supuesto me exalté, porque resulta insólito que ante el robo de mis pertenencias, no se hagan responsables y hasta me señalen de ser el culpable».
Anunció que acudirá a las autoridades correspondientes para consignar su denuncia a la espera de justicia y de compensación por la pérdida de sus bienes.
