Vencer o vencer

Cada día nos acercamos más al glorioso amanecer del 8 de diciembre, día en que daremos cumplimiento a nuestro deber y derecho ciudadano, como es hacer realidad nuestros sentimientos de amor por nuestra Patria.
La gran mayoría de los venezolanos deseamos con mucho fervor empezar a construir una Venezuela próspera, donde se pueda trabajar, estudiar, batallar día a día con esperanza y mirarnos a los ojos sin rencores, y sin quitarle nada a quien con esfuerzo, honradez y superación haya alcanzado un satisfactorio nivel de vida.
Contrario a la nefasta experiencia que nos agobia, todas esas personas deben ser merecedoras de admiración y respeto, pues son un digno ejemplo para todos aquellos que creemos en la forja del progreso sin tener que arrodillarnos ante quienes solo buscan su propio beneficio. Estos últimos, caracterizados por la sensación de vergüenza que producen, pasan por encima de quieneshan utilizadocomo escalera para llegar, sin merecerlo, a altos cargos, reflejandoque viven en un mundo de mentiras y falsedades en las cuales nos esperan involucrar. Pero, debemos recuperar nuestra dignidad y no seguir cayendo en los despropósitos de los que todos conocemos y que se dicen “revolucionarios”.
Son muchos los años que hemos experimentado esa horrible pesadilla; no podemos seguir permitiendo la humillación y el deshonor solo por obtener una miserable dádiva, ya que podemos lograr que un día todos los que nos consideramos honestos, que somos la mayoría, despertemos y comencemos un amanecer con energíaparaprogresar, lo cual apenas requiere de una hermosa palabra llamada libertad, consigna que defenderemos en las urnas de votación.
Cuando estemos frente a esas urnas debemos recordar lo que desde hace algunos años se ha convertido en una rutina desesperante: la basura que rodea nuestros hogares por falta del servicio de aseo urbano, la vialidad en pésimo estado, inseguridad, desempleo, invasiones a granel, engaño a quienes inocentemente invaden la propiedad privada y que muchas veces le siguen el juego a los que verdaderamente se enriquecen con ello, falta de solidaridad e indiferencia por parte de las actuales “autoridades” municipales ante un pueblo lleno de carencias y pocas posibilidades de hacerse escuchar.
En general, ante la realidad del colapso de los servicios es imperativo que todos los  venezolanos conscientes votemos en bloque por la opción de la unidad democrática. Así que, señores, si no logramos ese voto por todas las opciones democráticas, estamos perdidos, porque un alcalde sin el apoyo de una Cámara Municipal seguiría arando en el mar, sin ninguna posibilidad de demostrar lo factible ante un pueblo tan oprimido y tan menospreciado por los actuales gobernantes.
Estos próximos días son cruciales, puesto que ahora ya empiezan a aparecer los que quieren continuar con este desgobierno,los que mienten descaradamente ofreciendo lo que nunca podrán cumplir. Lo inexorable es que el tiempo ya pasó y lo único que lograron fue empobrecer más al país, dejándolo en la ruina y demostrando que la única ruta visible es elabismo. Despertemos y vamos con decisión a vencer al opresor.
Debemos defender nuestros ideales democráticos, sin dejar a un lado la realidad de que estos últimos 15 años representan un pasado que es un ignominioso presente. Con nuestra decisión volverá Venezuela a ser un país productivo; el costo de levantarnos exigirá, ante la lluvia de perniciosas langostas que ellos esparcieron en todo el territorio, coraje y mucha juventud dispuestas a esforzarse por el anhelado éxito. Si no nos rendimos, venceremos. Nuestra fuerza debe estar sustentada en ideales y acciones para lograr la verdadera concreción de nuestros valores. A votar todos. Que ningún venezolano se quede en su casa ese maravilloso día y que sea su conciencia quien lo guíe para que aclare la mañana del 9 de diciembre de 2013 en Venezuela.
«Dicen que soy héroe, yo débil, tímido, casi insignificante, si siendo como soy hice lo que hice, imagínense lo que pueden hacer todos ustedes juntos». Mahatma Gandhi.