Vivir en el este de la ciudad, dejó de ser un privilegio, debido a las condiciones deplorables de algunas zonas, en particular, de la vialidad. Se trata de una realidad que viene afectando a los residentes y visitantes, desde hace algún tiempo, a la vista de las propias autoridades.
La urbanización El Parque, es un vivo ejemplo del deterioro en la capa asfáltica. Los huecos están por doquier. Cerca del Banco de Sangre del estado Lara, está un enorme cráter que impide la feliz circulación de los vehículos.
Los conductores de las rutas 21 y 8, con recorridos en la urbanización desde hace años, son parte de los afectados. Jesús Sánchez, transportista, declaró que constantemente manifiestan al gobierno municipal las calles dañadas a fin de que reciban un nuevo bacheo pero no atienden al clamor del gremio.
Por otra parte, Virginia Díaz, vecina, explicó que si bien la Empresa Municipal de Infraestructura y Conservación del Ambiente (Emica) realizó una rehabilitación vial, hace seis meses aproximadamente, “el asfalto no era de buena calidad porque, casi de inmediato, empezaron a formarse los huecos”, sostuvo.
Diagonal a EL IMPULSO
Lo mismo sucede en las inmediaciones del diario EL IMPULSO; el pavimento presenta grietas y huecos, en buena parte de las calles que rodean al rotativo. Los trabajadores, con vehículos propios, ven perder el mantenimiento de sus unidades, cada vez que caen en los cráteres.
Lo más grave es que la oficina de Emica está ubicada en el este de Barquisimeto y, ni siquiera por esa razón, las urbanizaciones y comunidades de la parroquia Santa Rosa, reciben atenciones en materia vial.
En este sentido, terminan arruinados el tren delantero de los carros y, por otro lado, se perjudica el bolsillo de los vecinos y demás personas que frecuentan El Parque, dados los gastos en las reparaciones mecánicas de los automotores.
Alumbrado y seguridad
No obstante, el tema de la vialidad arruinada a causa de la falta de mantenimiento no es lo único que preocupa. Está el riesgo de ser asaltado, sobre todo, en las horas nocturnas, como consecuencia de las fallas en el alumbrado público.
Las luminarias de la urbanización están dañadas, resultando negativo para los transeúntes que trabajan en la zona o, en detrimento de los propios residentes, cada vez que deben movilizarse en el ámbito del urbanismo.
El llamado de atención está dirigido a Corpoelec a fin de que realicen una inspección y sustituyan las lámparas.