Con la excusa del déficit de recursos humanos y el afán por «humanizar” la salud se originó de la mano de Cuba un sistema paralelo de formación de médicos en el año 2005, y es así como surge el Plan Nacional de Formación de Médicos Integrales Comunitarios (PNFMIC). Sin embargo, las deficiencias educativas que poseen estos estudiantes, muchos de ellos quienes ya se han graduado de este plan y que les fue entregado su título de Médicos Generales, no muestran los conocimientos básicos para atender a la población en materia de salud.
Así lo explicó la Dra. Marisol Balabú, médico internista y docente de postgrado, quien además se desempeña en el Ambulatorio Tipo III de Cabudare, quien recordó que en primera instancia, los MIC se prepararon para cumplir funciones de carácter preventivas y curativas básicas, vacunación y labores relacionadas con el primer nivel de atención de salud en los sectores rurales de las comunidades, pero luego de siete años aún no son colocados en dichos sectores.
Destacó que la gran cantidad de graduaciones, no puede ocultar el déficit educativo, pues llegan a los centros de salud sin las nociones básicas y a pesar de ello, desde el Ministerio de Salud han enviado comunicaciones para que los médicos de cada hospital postulen a los MIC para la realización de postgrados, sin la base formativa necesaria.
“Hay fallas estructurales enormes desde el pregrado y aún así son enviados a los centros de salud. Luego solicitaron que enviáramos postulaciones para postgrados y al ver las deficiencias que presentaban los enviaron a un curso de dos semanas de áreas básicas de la medicina como consulta prenatal, esquema de vacunación, atención al lactante, entre otras, que forman parte de las materias que deben aplicar en pregrado”.
Alrededor de 14 mil MIC han sido graduados en los últimos dos años, cuando en las universidades tradicionales egresan 2 mil profesionales de la medicina.
“Es necesario cambiar la estructura de la carrera, que puedan hacer equivalencias con las universidades consolidadas y brindarles la formación adecuada. Si esto no sucede, es grave el futuro de la salud venezolana con un gran número de “médicos” que no cuentan con formación adecuada y que necesitan constante supervisión para el ejercicio médico”.
Indicó que con los números que proyecta el Gobierno en cuanto a graduaciones, oculta la pobreza en la preparación de estos jóvenes. “Se quiere masificar una carrera de suma responsabilidad, sin las herramientas necesarias para salvar vidas”.
“Además el currículum de los médicos integrales comunitarios está elaborado para atender un estado primario, más que todo preventivo, así que cuando fueron incorporados al sistema de salud pública, se produjo un choque, debido a que no están preparados para un diagnóstico, una investigación o detectar enfermedades que no están al alcance de sus conocimientos. En teoría ellos debían acudir a los centro de Barrio Adentro y a las comunidades a las cuales pertenecen”.
Marianli Suárez Valera
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