El canciller mexicano Antonio Meade se reunió este lunes con el embajador de Venezuela Hugo José García para solicitarle información sobre la avioneta destruida en territorio venezolano, informó la secretaría de Relaciones Exteriores en un comunicado.
Meade recordó que «el gobierno mexicano aboga por el esclarecimiento del referido caso en pleno uso de su soberanía y en apego al derecho internacional», dijo la cancillería.
El canciller «instó al representante del gobierno de Venezuela a compartir con las autoridades mexicanas la información con la que se cuenta para colaborar de manera eficaz en el esclarecimiento de este caso y en el deslinde de las responsabilidades a las que haya lugar», añadió la dependencia.
El resultado del encuentro no fue informado en el comunicado, el cual concluyó diciendo que Meade «ratificó la firme voluntad del gobierno mexicano de reforzar los nexos bilaterales con la República Bolivariana de Venezuela, con base en un diálogo político fortalecido».
Por la tarde del lunes, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong dijo que el gobierno mexicano espera saber en principio «quiénes son los pasajeros» que llegaron a territorio venezolano, y si es que las autoridades venezolanas «los tienen». Al partir de México, esos pasajeros dieron identidades falsas.
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, afirmó el sábado que la aeronave de matrícula mexicana, que fue obligada a descender e incinerada la semana pasada, estaba «full (llena) de cocaína» y mostró su extrañeza ante la nota diplomática enviada por México pidiendo información.
El mismo sábado, el gobierno mexicano respondió asegurando que Venezuela no le ha informado sobre el contenido hallado en la aeronave.
La aeronave privada ingresó sin autorización a espacio aéreo venezolano el 4 de noviembre para aterrizar en una pista clandestina, tras haber sido perseguida por 40 minutos, sin que se supiera nada sobre sus ocupantes.
El gobierno de Venezuela difundió imágenes del avión incinerado, luego de que militares lo destruyeron.
Las autoridades mexicanas dieron a conocer el domingo que la aeronave partió de Querétaro, en el centro de México, con siete ocupantes que presentaron identidades falsas, incluidos el piloto y copiloto.
Antes de ser destruida en Venezuela, la aeronave había hecho una escala en la isla de Bonaire, en las Antillas Holandesas, donde se quedaron cuatro de sus ocupantes.