Hace 200 años Simón Bolívar junto a sus tropas partieron desde Valencia con destino a Barquisimeto para impedir que esta importante plaza cayera bajo la dirección de los realistas.
Esta sería la primera visita del Libertador a lo que muchos años más tarde sería el municipio Palavecino.
A juicio de Taylor Rodríguez García, la fecha es de gran trascendencia para los cabudareños -sin discusión-, pero no se puede repetir la historia epopéyica y militarista muy signada por el culto a los héroes en el siglo XIX.
“Si alguien dijese que la fecha es importante solo por la visita de Bolívar, entonces habría que apuntar igualmente que es de trascendencia en la historia local el 27 de marzo de 1848, porque pernoctó en cabudare el general Santiago Mariño, quien andaba en acciones proselitistas, y en época más contemporánea, también son importantes las visitas de los principales líderes de la democracia representativa”, anota el historiador.
Venían a defender la plaza barquisimetana
La importancia del 9 y 10 de noviembre de 1813, radica en las razones que motivaron a Bolívar y Urdaneta, concentrar sus tropas en esta comarca.
A tal fin, venían a retomar la plaza militar barquisimetana próxima a caer en poder del brigadier español José Ceballos, gobernador de la provincia de Coro.
Urdaneta había recibido la orden de marchar sobre Coro para enfrentar al citado jefe realista.
Cita el cronista que por una imponderable de la historia, en ese interin que va de Valencia-San Carlos-Tinaquillo, Urdaneta se informa por un parte militar que Juan Manuel Aldao, jefe republicano pierde la Batalla de la Puerta de Bobare el 17 de octubre de 1813, frente a las tropas de Ceballos.
Cambia entonces la marcha Urdaneta para evitar que se pierda el control militar de Yaritagua, plaza militar importante para poder disponer de Barquisimeto.
La ruta de Bolívar
Esquema elaborado por Rodríguez, especifica que el Libertador sale de Valencia, para recorrer la senda del obispo Mariano Martí, a finales del siglo XVIII.
Precisa que Bolívar parte de Valencia hasta Tocuyito, Tinaquillo, Caramacate de El Tinaco (pueblo clave citado en gran parte por las correspondencias de 1813), San Carlos, Apartaderos de Cojedes, San Rafael de Onoto, La Palma, El Altar (hoy jurisdicción de Simón Planas, Lara) Gamelotal, Cujicito, La Morita, Los Rastrojos, Cabudare, Camino de Tarabana, Zamurobano este último camino como hipótesis dado era el camino real) pasando por los dos ríos: Turbio y Claro para remontar la meseta por el sitio de Mano de Blas hasta los predios de Tierritas Blancas, hoy frente al Rectorado de la UCLA.
El itinerario se reconstruyó en la rigurosa obra de los historiadores Francisco Cañizales Verde y Lino Iribarren Celis, así como otros académicos de esta ciencia.
Pernoctó en Gamelotal y Los Rastrojos
Anota Cañizales Verde, que siguió Bolívar la ruta de san Carlos y en una sola jornada desde Caramacate, en la ribera de l río Cojedes, atravesó el macizo montañoso de El Altar, hasta que el día 8 de noviembre del año 13, Bolívar y su comitiva duermen en el caserío Gamelotal en donde se encuentra con Urdaneta y su caballería.
El día 9, al despuntar el alba, las tropas se encaminan hasta Los Rastrojos, en donde pernoctan y trazan las estrategias con los nuevos agregados Cristobal Palavecino y José Gregorio Bastidas.
Descansaron en el frondoso jabillo
Antes del amanecer del día 10 de noviembre de 1813, ya Simón Bolívar, Urdaneta, el padre José Félix Blanco, Palavecino y Bastidas, pasaban revista al ejército patriota, ubicado en la ceiba histórica (jabillo real) de Cabudare.
A mitad de mañana marchan a consumar el objetivo trazado: tomar El Campamento, dominado por el comandante de la plaza Francisco Oberto.
La crónica de Baralt
El clásico historiador Rafael María Baralt, en extraordinaria crónica describe: “Desde allí (Cabudare) se descubría el sitio llamado El Campamento, que es una gran casa situada en la extremidad oriental de la ciudad (Barquisimeto), para subir a aquel punto era preciso yendo por el camino real sufrir los fuegos del enemigo; pero Bolívar observó que semejante inconveniente se podría evitar tomando la vereda de tierrita blanca, que desde Cabudare conduce al camino de Santa Rosa a Barquisimeto. Por ese atajo dispuso, pues, subir a la mesa en que estaba situada la ciudad y sin esperar los cuerpos que debían reunírsele por retaguardia, marchó sobre el enemigo sin ningún obstáculo hasta ponerse bajo de sus fuegos”. Resumen de Historia de Venezuela, T. II, pp 201-202.
Ciertamente el encuentro se perdió y las tropas republicanas, luego de tener ventaja sobre el enemigo, escucharon un toque de retirada por el corneta de órdenes.
Un revés inesperado, pues la orden era avanzar y no retirada.
La retirada se realizó hasta Gamelotal en donde durmieron esa noche para partir hasta Valencia.
El 11 de noviembre de 1813, presuroso escribía desde Caramacate, al general José Félix Ribas, para comunicarle su veraz y reflexivo juicio del exasperante revés del día anterior, el cual calificó como “desgraciado suceso” en el cual se perdieron unos 1.600 hombres.