Del fuego a la tecnología actual

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Un paseo a Samara, le Grand Parc Naturel de la Prehistoria, en Picardie, Francia, te sumerge en tiempos pasados, ver cómo el hombre cazador-colector vivía y cómo fue evolucionando por diferentes edades: piedra, cobre, bronce, hierro y llegar al neolítico, donde se hizo sedentario, domesticó los animales y cultivó las primeras plantas.
Pasearse en ese ambiente de hace unos miles de años es sentirse confrontado con los avances que el hombre fue haciendo a medida que pasaba el tiempo. Ver a una persona hacer el fuego con un silex y una piedra con componentes de azufre, lograr  pequeñas chispas hasta lograr minúsculas brazas, rodearlas con paja seca, soplar y, así, hacer el fogón para calentar su hábitat y cocinar sus alimentos.
Visitar las réplicas de sus habitaciones realizadas a partir de excavaciones hechas por profesionales y conocedores de la vida del hombre prehistórico, es algo sorprendente y rica en experiencias. Observar las primeras hachas realizadas con piedra y madera, ver las armas para cazar, como las lanzas  y las flechas. Ya ha realizado esculturas y pintado en las cavernas. Seguir la evolución de los hombres de esos tiempos fríos e inhóspitas situaciones para sobrevivir y de esa manera, a través  del tiempo pasar del paleolítico al neolítico.
Ya es el momento, que conoce la fundición de metales para construir herramientas que emplea para trabajar la agricultura. Hace recipientes en cerámicas para guardar sus cereales. Domestica animales  para comer y utilizar su piel para hacer sus vestimentas. Ya ha cambiado su entorno inmediato… construye viviendas y ha perfeccionado los conocimientos de los metales. Es agricultor, es un gran artesano del cuero, madera y textil, conoce e inventa nuevas herramientas. Hace intercambios comerciales, es el truque; las armas que utilizaba para cazar las convierte en armas para pelear. Su vida ha cambiado en miles de años. …en los últimos doscientos años, ha inventado miles de aparatos y herramientas y  de los últimos en llegar son: los celulares, tabletas, computadoras.
Actualmente, el hombre se convierte en esclavo de estos pequeños y nuevos artefactos, que utiliza para comunicarse, hace fotografías, se oriente en una carretera a través del GPS. Hoy, notamos como a veces, estos artilugios forman parte del diario vivir. Hoy vemos como las personas buscan en los edificios públicos  y aeropuertos un lugar donde enchufar y cargar la batería para seguir conectado con sus semejantes. A veces, en este mundo de la máquina computarizada va a jugar un gran role en la vida moderna. Hacer las compras por Internet e ir a buscar los víveres y carnes, es normal y cotidiano en los grandes países desarrollados. Ir a un abasto, escoger los víveres, registrar el precio, mostrarle lo que has comprado a una maquina y que al final te diga: “Gracias por su compra, y hasta luego”, te deja sorprendido; ella esta allí, lista para trabajar, sin pedir aumento de sueldo ni hacer huelgas. Todo esto me recuerda, cuando una trabajadora del metro me explicó, como funcionaba la maquina para comprar el boleto… le dije: ”La Francia, se moderniza”, y ella, me contestó: “Pero hay muchas personas, que quedan sin trabajo”…también, encontramos máquinas colocadas una al lado de la otra en las estaciones, ya no son los vendedores de boletos que son su cachucha y su traje azul, los vendían ; ahora, son ellas que hacen ese trabajo, siento que hay un gran vacío de lo humano en estas estaciones de ferrocarriles.
El tiempo ha ido pasando y sin darnos cuenta hemos recorrido desde esa época de golpear dos piedras, de esa gran tecnología del hombre prehistórico para producir fuego hasta llegar a la era de la nueva tecnología, que es misteriosa, sorprendente y que sin ella, actualmente, no podemos vivir. Ese hombre de esos tiempos pasados, posiblemente, reía más, se comunicaba directamente con los integrantes de  su grupo y contaba historias alrededor de un fuego que el había descubierto y domesticado.
En la actualidad, el hombre actual, se enfrenta a maquinas y artilugios, que él  los  utiliza sin saber  como funcionan, mientras el hombre prehistórico conocía todos los secretos de su entorno y de sus invenciones y descubrimientos. En nuestros días, en este mundo de máquinas inteligentes, muchos estamos quedando rezagados, yo, medianamente, domino el mundo actual de estas nuevas tecnologías; algunos, estamos mas cerca de los hombres cazadores-recolectores, pero esta es la evolución cultural del hombre desde el descubrimiento del fuego a la gran tecnología… nací en esta época y trataré de aprender, ya que no me puedo quedar en la época de los lápices de grafitos y del telegrama, y, quiero ser, actual.

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