Llena de ira y con sed de justicia. Con el dolor de una madre que perdió a su hijo por un arma de fuego, y hasta ahora sin saber exactamente la razón, pero con la fuerza que su primogénito, ahora occiso, le concede para luchar porque pague con cárcel quien le arrebató la vida. Sin embargo, eso sólo sería un alivio porque no escuchará más de boca del joven de 16 años, decirle: “Mamita regálame un beso que eso no te cuesta nada”.
Es la trágica historia de Rosarny García.
La desesperación no la deja dormir, y el mismo dolor está sufriendo toda la familia porque la falta del adolescente no la llenará nada ni nadie. “No quiero que mi hijo sea una estadística más del fin de semana. ¡Que se haga justicia!”, dijo severamente.
Ayer junto a amigos y compañeros de estudios del menor, protestaron pacíficamente frente a la Alcaldía del municipio Palavecino, donde pidieron a Orlando Solano, conocido como “Nuke”, se entregue a la justicia venezolana. “Su madre como abogado y con el cargo que tiene debe llevarlo porque ella sí puede abrazar a su hijo; yo no”.
Según García, María Isabel Castellanos, registradora principal de Palavecino, es la madre del joven que el pasado viernes en la noche, al salir de una celebración, le habría disparado con una escopeta cañón corto al menor. Cuentan que mi hijo se despidió, al rato “Nuke” lo vio y le preguntó: ¿tú no y que te ibas?, momento en el cual sacó el arma se la puso en el pecho y le disparó”.
Las versiones apuntan que aun cuando intentaron salvarle la vida llevándolo al ambulatorio de Cabudare, no pudieron hacer nada, pues al parecer murió inmediatamente. Solano, por su parte, hizo una llamada y le confesó a su progenitora haber asesinado al joven.
“Él no lo había amenazado anteriormente pero sí se la tenía “aplicada”. Mi hijo evitaba porque no le gustaban las peleas (…) Muchos de los presentes en la fiesta dijeron que desde temprano cargaba la escopeta y sus padres lo sabían”.
Uno de los compañeros del fallecido, quien tiene 14 años, también estaba en la protesta; se le notaba la tristeza. “Ellos no eran amigos pero sí conocidos. Incluso, hace poco más de tres meses fuimos a su fiesta de cumpleaños”.
El joven ahora se arrepiente de haber considerado a “Nuke” como un amigo, “él es mayor que nosotros y nos daba consejos; decía que la calle era peligrosa. Era muy peleón y siempre se creía un malandro del barrio pero nunca pensamos que era capaz de un hecho de este tipo”.
Padres con miedo
“Yo no quiero que mi hijo vuelva a esa urbanización. Me da miedo porque muchos han dicho que han visto a esa gente que seguro continúan armados”, expresó Dyna Lobatón. “No sabemos cómo van a reaccionar. Por eso los padres deben entregarlo, en particular su madre quien es funcionario público. Supuestamente el lunes fue a la oficina a firmar unos papeles como si nada”.
Para Lobatón, la ausencia de valores en la familia es un gran problema que se extiende en muchos rincones del país donde crece la delincuencia, “Lo están encubriendo y es triste porque de aquí en adelante actuará sin temor y eso que se trata de un hogar aparentemente integrado con padre, madre y dos hermanos”.
Versiones extraoficiales aseguran que la dueña de la casa, donde residía Orlando Solano junto a su núcleo familiar, habría manifestado su arrepentimiento de alquilarles, además que desde hace meses intentaba desalojarlos pero ellos hicieron caso omiso. “Vecinos aseguraron que en una oportunidad la amenazó por querer sacarlos. Al parecer tenían mala conducta”.