Los constantes episodios invernales acecidos en la ciudad, produjeron la ruptura de una tanquilla de cloacas ubicada en el sector dos de la Ruezga Norte. El agua contaminada recorre el lecho del buco aledaño a las viviendas de la zona y forma una pestilente laguna. Exigen la presencia de Hidrolara e Imaubar para la realización de mantenimiento preventivo y correctivo.
Por tal sentido, el disgusto de seguir viviendo rodeados de malos olores, enfermedades y animales rastreros, produjo que la comunidad saliera a la calle con el objeto de defender sus derechos ciudadanos.
El punto de encuentro fue en la vía principal del sector, a tempranas horas de la mañana, donde con ayuda de algunos escombros y quema de cauchos lograron obstaculizar el tránsito vehicular. Al mismo tiempo se producían algunos enfrentamientos con ciertos conductores iracundos que requerían movilizarse con premura hacia su destino.
Pese a ser una persona de la tercer edad, la señora Pastora González decidió participar en la cuarta protesta que realizan en la comunidad. Relató que el problema comenzó hace dos meses, cuando un fuerte aguacero deterioró el sistema de colectores de la zona. El líquido residual recorre el buco canalizador pero se estanca por la gran cantidad de basura y maleza que tiene en su interior.
Estamos cansados de sufrir esta situación, el mal olor penetra nuestros hogares constantemente. Es imposible degustar tranquilamente de la comida o de tomar una siesta n sana paz”, expuso.
Comentó que la situación empeora por precipitaciones de mediana intensidad, pues el nivel del agua desborda los taludes e ingresa directamente por la entrada de sus hogares.
“Hemos ido a Hidrolara en varias oportunidades, pero los ingenieros se han hecho la vista gorda ante nuestra situación. A pesar de nuestras constantes protestas, no han tenido la cordialidad de respondernos”.
González declaró no entender la calidad de servicio de la empresa hidrológica, pues mensualmente y de manera puntual cancela su factura por el suministro del vital líquido.
Enfermedades y animales rastreros
“No podemos vivir tranquilamente, la semana pasada conseguí una culebra sobre mi cama. Además constantemente ingresan ratones y cucarachas a nuestras casas. Uno trata de mantener la casa limpia, pero el problema de las cloacas no permite que huela bien y que los animales compartan con nosotros en un mismo espacio”.
Así narró la señora Blanca Gómez, habitante del sector y vocera comunal, quien explicó que a raiz de esta situación, se han enfermado niños y ancianos.
Presencia de Imaubar
La comunidad también exigió la presencia del Instituto Municipal de Aseo Urbano (Imaubar), por cuanto sus labores competen al mantenimiento preventivo de quebradas y bucos. Informaron que desde hace cinco años, el aliviadero no recibe trabajos de extracción de maleza y escombros.