Un grupo numeroso de vecinos de La Piedad Sur, luego de inundarse sus viviendas y afectarse varias calles por los sedimentos y el torrente de agua que baja de la quebrada obstruida, decidieron tomar una construcción de cuarenta torres de apartamentos unifamiliares.
Después de pasar parte de la tarde y noche del lunes sacando barro, piedras y agua de las casas y frentes de las casas, decidieron impedir el paso de obreros y maquinarias a la construcción.
A las seis de la mañana se apostaron frente al enorme terraplén y obstaculizaron las labores de construcción hasta que la Alcaldía de Palavecino, se hiciera presente y observara el desastre ocasionado por la nula fiscalización por parte de ese ente.
José Campos, dirigente vecinal de La Piedad, destacó que hace tres meses tomaron por segunda vez la obra para denunciar ante Alcaldía de Palavecino la irresponsabilidad de la empresa constructora de un urbanismo en esa zona de La Piedad Sur, quienes construyeron un enorme terraplén encima de la quebrada, lo cual generó que con la primera lluvia, el agua contenida derribara un muro e inundara tres viviendas, la medicatura y la iglesia Nuestra Señora de Las Angustias, con pérdida de enseres que nunca pagaron, ni indemnizaron a los afectados.
“Nos reunimos primero con los concejales que vinieron hasta la zona de desastre a solo mirar, la propia representante de Ingeniería Municipal dijo que se establecerían responsabilidades, nunca las asumió quizá pasó luego por el banco y se le olvidó; y el propio alcalde Richard Coroba, se comprometió a que en un mes nos solucionaría el constante deslave que anega las casas ubicadas de la calle 1 y la avenida Edgar Mendoza y el liceo”, alertaron los vecinos que no se movieron del sitio pese a la lluvia.
Acotaron que antes que deforestaran el lugar y construyeran el terraplén, desde hace 40 años, el agua bajaba con normalidad por la quebrada, pero que ahora al borrar parte del lecho fluvial, ésta cambió el curso y tomó como torrentera las calles en referencia.
Piedras de cinco y seis kilogramos bajan con fuerza por el lugar, anegando a un numeroso grupo de familias, que confiaron en el encargado de la obra quien les aseguró que antes de mayo de este año, solucionarían el problema de la ausencia de drenajes y ni una gota de agua se desviaría hasta las calles.
Niegan responsabilidad
La ingeniera adujo que en siete días estará lista la primera trampa de agua, lo que evitará el deslave.
Negó que la empresa esté obligada a indemnizar a las familias damnificadas dado los enseres “ya estaban dañados”.
Sin clases
En cuanto al Liceo Maestro Alexander Daniel Alvarado, las directivos Zeriz Sánchez y Yenny Fernández, declararon que producto del gran caudal que entra y corre frente a la institución educativa, que ya arrastró a una alumna hasta casi ahogarla, se suspendieron las actividades académicas.
“Cada vez que llueve se inunda el plantel y nadie responde por el desastre”, argumentaron.