Ayer fue capturado Luis Alberto Quiñones (30), alias “El Guajiro”, tras un enfrentamiento en Carorita, cerca de la vía a El Cují, con efectivos del grupo de investigación del Plan Patria Segura, pertenecientes a Polilara, Policía Nacional Bolivariana y Policía Municipal de Iribarren, además del Cicpc y la Guardia Nacional, quienes le venían siguiendo los pasos desde hacía varios días, debido a una serie de denuncias de habitantes de la zona que se quejaban de las actividades de distribución de droga realizadas por el detenido y sus cómpices, las cuales afectaban a alumnos de la escuela Carorita Abajo, a sólo unas cuadras de la residencia del maleante.
Rory Méndez, supervisor jefe del Centro de Coordinación Policial Norte de Polilara, indicó que el grupo de funcionarios estaba investigando la venta de droga en el sector, cuando desde sus patrullas visualizaron a tres sujetos afuera de una vivienda rudimentaria de color rosado.
Al darles la voz de alto, “El Guajiro” apuntó una escopeta pajiza calibre 12 a la comisión, disparando en cuatro ocasiones, pero los efectivos respondieron con sus armas de reglamento, hiriendo al malhechor en un brazo, una pierna y el costado, razón por la cual fue trasladado primero al ambulatorio de Tamaca, y luego al Hospital Central Universitario Antonio María Pineda, donde fue intervenido quirúrgicamente.
Durante el procedimiento, en la etapa 3 del barrio La Playa en el sector El Pozo, también fue detenido un menor de 15 años, oriundo de Turén, estado Portuguesa, quien se presume era usado como mula por los otros delincuentes.
Por otra parte, el tercer miembro de la banda, apodado “El Mato”, logró darse a la fuga durante el enfrentamiento. A este respecto, Mario Rafael Suárez Bolívar, inspector del Cicpc a cargo del grupo de investigación que efectuó la operación, comentó que “El Mato” estaría siendo buscado por presuntamente portar una pistola perteneciente a un funcionario.
Tras efectuarse la captura de “El Guajiro”, pudieron oírse varias detonaciones de arma de fuego en los alrededores, probablemente hechos por el mencionado fugitivo. Una muchedumbre de vecinos curiosos se aproximó a la casa desde donde operaban los antisociales y exigían a las autoridades que les permitieran ver a los detenidos.
Los funcionarios, por su parte, pasaron al menos una hora, revisando los terrenos en torno al rancho de “El Guajiro” en busca de evidencia adicional, ya que en el interior de la vivienda de cinc, hallaron una porción grande de restos vegetales de presunta marihuana, así como una cantidad menor de una substancia blanca en polvo, también de presunta droga.
El inspector Suárez explicó que desde la vivienda, la cual está registrada a nombre de Quiñones, los delincuentes gozaban de una posición estratégica dentro del barrio para poder observar cualquier comisión policial que se acercara a la zona.
