El Deportivo Lara y Caracas FC empataron a un tanto en un partido de la duodécima fecha del fútbol nacional de primera división, que se vio manchado por los hechos de violencia registrados posterior al pitazo final, este domingo en el estadio Metropolitano de Cabudare.
Las acciones iniciaron con un buen fútbol demostrado por ambas escuadras, a pesar de lo mojado del césped, en un partido que tenía como aderezo el estreno de José de Jesús “Chuy” Vera en el banquillo de los crepusculares y el regreso de Eduardo Saragó, quien dirige a los capitalinos.
La primera jugada del partido fue protagonizada por Rómulo Otero, quien intentó hacer un pase a Edder Farías, pero Jhon Chancellor pudo despejar. La respuesta llegaría en el 6, cuando Hernán Zanni dribló a los defensas y luego trató de definir, pero el balón paso muy cerca del arco.
En el 32 y 34, Edgar Colina le hizo certeros centros a Edgar Pérez Greco, quien pateó fuerte, pero arriba de los tres palos. En el 46, nuevamente Otero realizó un buen centro que cabeceó Roberto Tucker y la estrelló en el travesaño.
Para la segunda parte, los locales demostraron coraje y con un buen juego acorralaron a los capitalinos, en el 58 tras una falta, José Manuel Rey cobró un tiro libre con potencia, que no pudo detener Alain Baroja, para el 1-0.
Para el 66, el portero David González salvaría a los de casa al detener un remate de César González, luego en el 74, Otero trataría de empatar las acciones con un tiro libre directo, que pegó en el palo.
La jugada polémica
Cuando todo parecía que terminaría a favor de los larenses, en el 92, un remate de González pega en la mano de Chancellor, muy cerca de la raya, pero el árbitro Marcos Suárez, sentenciaría la pena máxima, que capitalizó Tucker, para la igualada.
Luego del tanto, el colegiado pitaría el final del partido, Baroja hizo gestos innecesarios a los fanáticos larenses, quienes se molestaron de tal manera, que algunos saltaron al terreno para buscarlo, pero la policía intervino y comenzó la guerra de sillas y golpes entre seguidores y funcionarios.
Luego de varios minutos de la triste batalla campal que acabó con el buen espectáculo deportivo, los policías controlaron la situación, pero con múltiples heridos por bando, sumado a los daños que sufrió el Metropolitano.
En cuanto a lo deportivo, se pronunciaron Rey y Pérez Greco, quienes criticaron la decisión del árbitro, al catalogarlo que con su mal trabajo dañó un buen juego y fue de los causantes principales del problema.