La Constituyente o un «me voy jugando a Rosalinda»

No resulta fácil entender a ciertos dirigentes de la oposición, supuestamente inteligentes, con un discurso, por un lado cuestionando el CNE por lo resultados del 14A, diciendo que se reclamará hasta en los organismos internacionales las infinidades de trampas evidentes en los pasados comicios y, por otro lado, se les llena la boca amenazando con convocar a una Asamblea Constituyente. ¿Sera que se les ha olvidado la lista Tascón que tanto daño ha hecho a la familia venezolana?
Una Asamblea Constituyente no es de convocatoria automática, solo el Presidente, por vía constitucional y por decreto puede convocarla y, además, en estos momentos y bajo las actuales condiciones no es mas que un suicidio político con resultados predecibles, o dicho de otra manera es jugarse el destino del país en una partida con dados cargados, como diría el insigne declamador Néstor Luis Rodríguez: «y me la jugué en un par de dados”, y en esta oportunidad sería: “Me voy jugando a Venezuela en una partida de dados en una noche oscura”.
Seamos realistas, con este gobierno no hay condiciones para ir a un proceso electoral seguro limpio, honesto y transparente. Esperemos, vienen mejores momentos, donde podremos jugar a ganar-ganar. Tenemos el gobernante más incapaz de la historia del país y él mismo nos brindará la forma de salir de todos ellos sin traumas, sin violencia y siempre dentro de la constitución. Calma y paciencia, la noche esta muy oscura, el amanecer está muy cerca.
Vienen las elecciones de alcaldes y concejales el próximo 8 de diciembre, vamos y debemos ir a votar y elegir, sabiendo cuál es el riesgo, pero lo que arriesgamos es alguna alcaldía o a un concejal, seguramente nos harán trampa, que luego lo podríamos pelear en cualquier tribunal y hasta recuperarlo, pero otra cosa es una trampa para quitarnos una Constituyente, donde nos estamos jugando el futuro de la patria y por consiguiente el futuro de nuestros hijos y nietos, eso es otra cosa.
Entendamos la importancia de una Asamblea Constituyente ganada por estos irresponsables, podrían hasta nombrar a Fidel Castro padre de la Patria y declarar a Venezuela como una dependencia cubana y todo enmarcado dentro de una legalidad hecha a la medida del barbudo del Caribe. Por eso no puede extrañarnos el interés del gobierno, pero lo que no podemos entender es que gente de la oposición sea defensora de esa tesis loca e irresponsable. Para nadie es un secreto que los hermanos Castro son los asesores directos de nuestro flamante presidente ilegítimo y ya eso es el peligro hecho realidad. Lo único que ahora debe ocuparnos es el 8 de diciembre próximo. Una derrota del partido de gobierno será fatal para las aspiraciones de constituir un Estado comunista. Somos demócratas ahora y siempre.