Los cementerios de la ciudad de Barquisimeto registraron un alto movimiento de deudos, quienes fueron a visitar a familiares y amigos por la conmemoración del Día de los Difuntos. Sin embargo, los ciudadanos expresaron sus molestias ante las condiciones que muestra la última morada de sus seres queridos.
La celebración Católica de origen prehispánico en la cual se honra la memoria de nuestros ancestros, es tradición en cada rincón del país. Desde bien temprano, los grupos familiares asisten a los camposantos, donde realizan un pequeño ritual, el cual consta de la limpieza de la lápida, colocación de flores y el rezo de algunas oraciones.
En el Cementerio Nuevo, uno de los principales camposantos de la ciudad, se observó un ingente movimiento de personas que cumplió la visita a sus seres queridos. Asimismo, se celebró una pequeña eucaristía ofrecida por Monseñor Antonio José López Castillo, Arzobispo de Barquisimeto, quien durante la Homilía aportó su sabiduría a los católicos presentes.
“Hoy es un día especial, lleno de recuerdos y compartir con nuestros seres queridos que han partido. También es un día de esperanza, de creer en la vida eterna, la resurrección final y de estar seguros que estaremos con Dios, la Virgen y los Santos cuando nos toque morir. Si confiamos en la palabra de Dios, su perdón y misericordia gozaremos de su gloria para siempre”.
Resaltó que la muerte no acaba con la vida del ser humano, sino que es un paso a la eternidad. Tal y como lo dijo Cristo, “Quien crea en mí, aunque haya muerto vivirá”.
“La muerte no acaba con el ser humano porque existe otra vida, pero debemos prepararnos, sin aterrorizar la muerte, debido que desde ese punto, tendremos misericordia divina cuando nos reunamos con nuestros queridos. Mientras tanto, para los difuntos deseamos el descanso eterno y la gloria siempre, y para nosotros la esperanza de estar junto a Dios cuando llegue el día de partir”, recalcó Monseñor.
Desatención municipal
Por otra parte, durante el encuentro con los representantes de este rotativo, Monseñor hizo un llamado de atención a las autoridades municipales, debido a que la misa no pudo realizarse en las afueras de la capilla del Cementerio Nuevo, por la falta de tarima y toldos que, en todos los años, se acomoda en estos espacios para tal celebración.
“Con este inconveniente tuvimos que celebrar la misa en la capilla, la cual no cuenta con las instalaciones adecuadas para albergar una gran cantidad de personas. Asimismo, reclamamos el deterioro de nuestros camposantos, los cuales reflejan la realidad de un país sumido en crisis económica y social. Debemos pedir a Dios para superar esta situación y que nuestro país sea lo que todos queremos”.
En todos los cementerios del estado, 1.400 funcionarios de la Policia de Lara resguardaron a los deudos visitantes.