Construir un espacio de enlace entre los centros generadores del conocimiento científico – tecnológico y el aparato productivo nacional, es indispensable para convertir al saber en soluciones que resuelvan problemas de la sociedad, según explicó Eloy Sira, director del Instituto Venezolano de Investigaciones Científicas (Ivic) durante su participación en el I Foro de Ciencia, Tecnología e Innovación.
Refirió que cuando un laboratorio dedicado a la investigación genera un producto capaz de aportar soluciones a la población, es necesario que se analice y evalúe la pertinencia y viabilidad de convertirlo en un bien para la industria nacional. “La transferencia de tecnología a las empresas es fundamental para promover la soberanía e independencia y contribuir con la economía” indicó.
Sira informó que el Ivic tiene 336 proyectos en ejecución, de los cuales 48% están destinados a la investigación aplicada, 36% a la investigación orientada (en búsqueda de alguna aplicación) y 15.71% a la investigación básica.
Esta distribución ha hecho posible la elaboración de 29 productos con diversas aplicaciones en las áreas de salud, seguridad alimentaria, ambiente y energía, que están a disposición para ser evaluados y escalados al espacio productivo.
De estos resaltó la producción de abono orgánico para mejorar el rendimiento de los suelos, la fabricación de tejas plásticas para viviendas, la elaboración de hidroxiapatita para regenerar el tejido óseo y furfural para obtener plástico como base química en la creación de herbicidas, fungicidas e insecticidas.
Además, Sira celebró la experiencia en el proceso de transferencia de Quimbiotec como empresa. “Surgió de un laboratorio científico y ha logrado independencia como espacio productivo” señaló. Quimbiotec es una compañía sin fines de lucro del Estado venezolano que elabora y comercializa derivados sanguíneos, con los cuales también abastece a los hospitales del sistema público de salud y a los centros pertenecientes al Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (Ivss).
“Tenemos los productos pero para escalarlos necesitamos cumplir con un proceso de la mano de los especialistas en el tema” aseguró el director de la institución. Para ello, considera indispensable hallar los puntos de encuentro entre cada uno de los entes comprometidos con esta tarea y debatir las soluciones más eficaces.
Ciencia al servicio
Manuel Fernández, titular del Mppcti, destacó durante el evento que el aprovechamiento del saber popular y el conocimiento científico como recurso para aumentar la productividad e impulsar la economía, es una exigencia para cumplir con los cinco objetivos diseñados en el Plan de la Patria 2013 – 2019.
Para ello, el Mppcti apoyará específicamente cinco áreas estratégicas: la seguridad y soberanía alimentaria; la construcción de viviendas; el desarrollo de energías complementarias y ahorro energético; la seguridad ciudadana; y la producción de medicamentos y reparación de equipos médicos, en el ámbito de la salud.
“En este encuentro cara a cara seguimos construyendo la ciencia que necesitamos y profundizamos la sinergia que debe haber entre la capacidad de hacer ciencia y las necesidades claras del país, expresadas en el aparato productivo nacional” puntualizó Fernández.
El ministro invitó a los participantes a continuar fomentando el pensamiento innovador, con la finalidad de establecer redes que permitan delinear el propósito de la actividad científica en el país. “Tenemos que tener una mirada clara y sólida hacia el futuro, basada en las experiencias de todos. De esta manera podemos crear líneas de trabajo que conviertan al saber en hacer” determinó.
Debatir y reflexionar sobre la relación entre el conocimiento y el aparato productivo nacional fue el reto planteado por el foro, que reunió a 18 entes adscritos al Mppcti que han brindado aportes al sistema productivo nacional.
