Desde mi cátedra – El comunismo ataca y avanza…

En la medida en que pasan los días, el panorama y el ambiente que vive el país es cada vez más desolador y de tristeza. La postración institucional a la que se ha conducido, no tiene parangón en la historia patria.
El proyecto personalista idealizado por el finado presidente, solo tenía cabida y viabilidad en su mente, intoxicada e inoculada por la ambición de poder, teorías marxistas, ceresoleanas, militaristas, y aderezadas y edulcoradas por el credo fidelista de penetrar Venezuela, claro está, con la visión bien puesta y calculada de los beneficios y pingues ganancias que le iba a proporcionar el “concubinato” con el régimen chavista.
Pero la grave tragedia de esta alianza es querer transportar el sistema político imperante en la “Alcatraz Caribeña”, por parte del difunto y ahora del heredero, trasgrediendo flagrantemente la Constitución, al ir sustituyendo el contenido democrático de la Carta Magna, por decretos- leyes ajustadas al espíritu de la Constitución cubana, e ir imponiendo paulatinamente un cerco que derive a corto plazo en una sujeción total de las fuerzas productivas, económicas, sociales, culturales, educativas, y al final terminar por conculcar la libertad de expresión, información y libre albedrío de la colectividad.
Y es que a millones de venezolanos, transcurridos los años, viendo y sintiendo en lo que se ha convertido el país, anarquizado y corrompido en todas sus esferas, les irrumpe un estado de desesperanza y anomia de tanto repensar en el lodazal en que estamos sumidos, gracias a los trogloditas que nos des-gobiernan; y es por ello que nos asaltan las palabras del poeta M. Benedetti, en esta hora aciaga de la patria: “… de tanto mirar hacia el país/ se me fue desprendiendo la retina/ ahora ya la prendieron de nuevo/ así que miro otra vez hacia el país/ llena pletórica de vacíos/ mártir de su destino provisorio/ patria arrollada en su congoja/ puesta provisoriamente a morir/ guardada por sabuesos provisorios”. La pretendida aprobación de una ley habilitante y la creación por decreto del Cesppa, son las armas a utilizar para cumplir con la amenaza de “radicalizar la revolución”, que no es otra cosa que avanzar en la idea de profundizar el comunismo, en el que creen y con el que están comprometidos. Varios analistas así lo han reafirmado en sus escritos de prensa, porque las cosas hay que decirlas por su nombre; al respecto este servidor lo afirmaba, “al pan, pan y al vino, vino”, y en escrito anterior titulado ¿ se acabó el carnaval ¿,decía : “el cabecilla de este carnaval se disfrazó de demócrata… y después de haberse aprobado una nueva Constitución, poco le ha importado incumplir con lo allí establecido… que le permita desmontar la Democracia e instalar el comunismo del siglo XXI”.
El contubernio con Cuba, es un hecho, una realidad, no se trata de simple solidaridad geopolítica  de hermandad caribeña, es la aspiración de esta manada de oscurantistas y primitivos de radicarse en el poder hegemónicamente al estilo de ese sistema político que no es otra cosa que una dictadura comunista; por allí van los pasos, por ese camino se ataca y avanza; los venezolanos comienzan a sentir la asfixia, el aire enrarecido se siente con más intensidad, presiente que está acorralado, por eso citamos de nuevo al poeta uruguayo, “Es increíble lo que está pasando…  Esta plaza se llama Libertad y por eso le quitan las baldosas”.

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