Con voz propia – Habilitarse mediante corrupción

No bien ondeada luce la bandera anti corrupción izada por el autoritario militarista régimen, clasificado en primer lugar como el más corrupto de la América hispana. El último barómetro global de Transparencia Internacional, dice que el 65% de los venezolanos consideran que el vicio, ahora fortalecido con el narcotráfico se apoderó de la institucionalidad y de todos los niveles del régimen.
Para complemento, según el Banco Mundial y sus índices de gobernabilidad, solo es superado por Haití como país con peor control del flagelo. Son indicativos que ni siquiera han podido desmentir los palangristas (término atribuido a Venezuela por el diccionario de la Real Academia Española que le dedica dos definiciones: Negocio oportunista, por el que se obtiene una ganancia jugosa/ En lenguaje periodístico, pago ilícito que se hace a un periódico o a un periodista por publicar una información que afecta o beneficia los intereses de alguien).
La Fiscalía General se apresuró a respaldar la Ley Habilitante anti corrupcion, que calificó de “justa”. Lo hace quien declaró que del 2008 al 2013 recibió 33 mil denuncias de corrupción y a este año corresponden 3.368. Y su Despacho se auto limita en competencia. De 54 fiscalías especializadas en investigar corrupción que había en 2010 se ha pasado a 49.
Crean esperanzas con prisión por corrupción al ex gobernador de Guárico y al Alcalde de Valencia. Pero restrictiva es la selección impuesta en etapa electoral y con pretexto para arremeter contra oposición. A  privilegiados permiten escapatoria, como el ex gobernador de Aragua, subteniente Rafael Isea.
Pese a controlar los poderes, contar con legislación y de oponerse en Parlamento a la aprobación de otras normas, se propone una rehabilitación para la corrupción.
Llega a suspender enjuiciamientos de ex gobernadores acusados de corrupción para convertirlos  en compradores de conciencias y secuestradores de partidos que suman al GPC (gran polo de corrupción).
En el Parlamento, recuren a los oportunistas. Alegórico es William Ojeda, quien tuvo que archivar su lista de 1.012 corruptos, y arrodillarse ante el castrismo cubano, a donde fue a pantallear. “Saltó la talanquera porque prefiere ser jalabola del comandante”, lo señaló la peusevista Nancy Ascencio.
Otro es Hernán Núñez de Sucre, a quien MUD no valoró un expediente por supuesta estafa inmobiliaria a 450 personas, para postularlo  candidato a Gobernador. Menos mal que no fue electo, porque el oficialismo lo incorporó a su tienda.
Valido de corrupción busca mayoría calificada  para aprobar esa habilitante. Con trampas suspendió a Richard Mardo y pretende hacerlo con Juan Carlos Caldera y María Corina Machado, cuyo suplente Ricardo Sánchez, tiene en roster.
Descaradamente procede con quien dicen tener asegurado el voto 99. Se trata de Carlos Flores, suplente de María Mercedes Aranguren. Prometen, restituirle finca que le expropiaron en Monagas.
Así, mediante corrupción intenta rehabilitarse para combatirla.
Al margen: Curioso que directiva del CNP interviniera como representante de Globovisión en la SIP ¿Qué dicen echados del canal?

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