Con angustia incluida Cardenales inició con éxito la cuarta semana. Los batazos claves llegaron en el último tercio y apareció finalmente el pitcheo certero en las instancias finales.
La novena roja dejó 10 en bases, pero le alcanzaron las cuatro carreras para sacarse la espina del domingo pasado ante Bravos, un equipo con similares inconvenientes para generar anotaciones. El madero oportuno del recién llegado Nick Buss apareció para disolver un empate en el octavo, Paulo Orlando la metió en el callejón del center-right en el noveno, y Robert Pérez empujó su carrera 723 de por vida para darle el desahogo de dos rayitas al plantel.
Fue Joe Thurston la indiscutible figura de la noche con jonrón, tubey y sencillo, aparte de dos boletos, sin que pasaran inadvertidas dos jugadas de lujo en la intermedia. Con la pujanza y rendimiento del norteamericano parece haber encontrado Lara un abridor consistente, carencia grande en las primeras de cambio.
Anthony Vásquez resultó un lanzador parecido al de la primera salida. Un wild abrió paso a una carrera en el inicio y la atrapada de Thurston lo sacó de penas. Luego el zurdo retiró nueve en fila y ponchó a cinco antes de darle trabajo a un bullpen que por fin tuvo la solvencia anhelada. Solo patinó Logan Bawcom al recibir par de dobletes en el octavo, después de que Richard Castillo y Edwin Escobar hicieron eficazmente sus tareas en el medio del partido.
José Jiménez y Carlos Missel evitaron que Bravos concretara en el octavo un alzamiento de mayores proporciones al ponchar a Medina y Piña. Néstor Molina escogido como cerrador en medio de tantas intermitencias de la retaguardia larense, entró al noveno con mucho impacto. Ponchó a Blanco y Elevys González, pero el cierre se le complicó al recibir sencillo y entregar boleto. La salida del coach Peraza fue oportuna y efectiva. El peligroso César Hernández la rodó por tercera para bajar el telón.
Cierto, la producción sigue en deuda, pero abrir la semana con un triunfo de visita y tras un prolongado viaje de nueve horas desde Barquisimeto resulta un plus en medio de las necesidades urgentes por conseguir un lapso de alta renta. Cuando se gana se olvidan las penurias y hoy Lara tratará de conseguir su segundo triunfo de la mano de Chris Jakubauskas, ante un rival que poco batea y con el cual el piloto Davalillo se ve obligado a utilizar, como anoche, hasta nueve lanzadores.