“Hay sobrado cinismo cuando se denuncia hechos de corrupción en el gobierno, pues este flagelo está presente en ambos sectores políticos, con envergadura que envenena cada vez más todos los niveles de la administración pública”.
Las declaraciones corresponden al luchador social de Palavecino, Samuel Medina, quien además agregó que este “cáncer” no tiene “cura inmediata, porque se trata principalmente de estar comprometido con cambios profundos, de verdaderos valores, cívicos y militares, que demuestren lo mucho que se está comprometido con el país y no con una parcialidad política que coloca al margen las riquezas de la nación”, increpó Medina.
A su juicio, dichos valores deben comenzar en cada hogar de venezuela, pasando luego a los planteles educativos en sus diferentes niveles: inicial, media, diversificada y hasta universitaria, para enrumbar la nación hasta el camino de prosperidad moral y profesional.
Según su opinión, la formación religiosa debe ser un factor indispensable como fortalecimiento espiritual, académico y de ciudadanía en esta labor, para formar hombres y mujeres de primer orden.
El compromiso es económico
Amplió Medina, que el 8 de diciembre es un proceso electoral más de los vividos en los largos 14 años de régimen castro-chavista.
Subrayó que en este importante proceso comicial, no están comprometidos los actores que participan -salvando las excepciones-, porque su asistencia es más económica que patriótica.
“No solo votar es la solución a los grandes cambios, sino llevar nuevos actores, nuevos dirigentes reconocidos en las bases, sin pasados grotescos, aborrecidos por la población, que representan el pasado más abominable”, sentenció el Medina, adicionando que en el caso de Palavecino, hay incontables dirigentes sociales con valores profundos, con arraigo y reconocimiento público.
Para Medina, la historia política de Palavecino, aun está por escribirse, “porque la deficiencia del Gobierno nacional, se pudiera ver reflejada en alcaldías en donde sus candidatos a alcaldes y concejales fueron sinónimo de la aborrecible dedocracia. Apostamos a que en Palavecino no ocurra”, arguyó.