El ministro del Poder Popular para el Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, recalcó que “no vamos a devaluar, no está planteado” y acotó que lo que hay “es un mercado paralelo que es nuestro enemigo y que ha escalado de una manera que no tiene precedente en Venezuela”.
Asimismo, dijo en el programa “José Vicente Hoy”, transmitido por Televen que “el ‘cadivismo’ es una perforación al sistema financiero del país y el que esté vinculado a la corrupción y desfalco de la nación, está en contra de la revolución. Es por ello que estamos en nuevo sistema de reestructuración”.
Apuntó que el “cadivismo” tiene que acabarse, “le hemos declarado la guerra al dólar paralelo”.
Comentó que “hay elementos que evidentemente nos hacen daño económico y a la ética de nuestro proceso revolucionario. El control de cambio como política no está cuestionado“.
“El enemigo aprovechó para arreciar su embate contra nosotros”, agregó al tiempo que enfatizó:”Hay importantes sectores que manejan volúmenes de dólares que se le asignan que remarcan los precios de los productos o no usan las divisas para lo que se le fue asignado. Eso tiene que acabarse, le hemos declarado la guerra”.
Recalcó que “el dólar paralelo no lo alimenta el pueblo, son los grandes sectores de la burguesía y estamos detectando qué empresas y qué sectores pueden manejar masas de dinero suficientes como para crear esa perturbación que pretende desestabilizar nuestra economía”.
El también Vicepresidente para el Área Económica recordó que la Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) fue creada como un mecanismo para defender las reservas del país.
“No fue una política incorrecta, sino una medida para mantener nuestra soberanía sobre las reservas nacionales, después del golpe de estado y el sabotaje que paralizó la industria petrolera y generó pérdidas millonarias a la nación”, destacó.
Agregó que “quisiera ver cómo estarían las cosas si la burguesía tuviera el control, todo sería muy diferente. Ellos creen que a través de su guerra económica van a cambiar la política económica del país“.
Ramírez sostuvo que el tema de la corrupción está intrínseco dentro del capitalismo, por lo que consideró un contrasentido que se califique de “revolucionarios” a las personas o empresas que se vean inmersas en ilícitos contra la nación.