Hacer el mercado y pagar los servicios son las prioridades de los hogares venezolanos. Conforme pasan los meses y la inflación avanza, son mayores los sacrificios que deben hacer las familias, a fin de que el sueldo alcance para cubrir las necesidades básicas.
Llegar a fin de mes se torna complicado, cuando los aumentos salariales no se corresponden con la realidad inflacionaria nacional. “El problema no radica propiamente en los sueldos, sino en las políticas económicas erradas que ha desarrollado el Gobierno nacional”, comenta Sigrid Anzola, mientras espera su turno para cancelar el recibo de energía eléctrica.
Relató que en su familia han tenido que adoptar un régimen de austeridad. “Hemos reducido al máximo los gastos. Toca privarse de muchos gustos que antes uno podía darse, para que el sueldo pueda llegar al final del mes”.
Agregó que para poder “estirar” los ingresos familiares y “cubrir más con menos”, ha optado por comprar la mayor cantidad posible de artículos en mercados populares.
Para Anzola, la creación por parte del Gobierno de estructuras como el Estado Mayor para la Defensa de la Economía, sólo representa “más burocracia y más gasto para nada, porque la solución a los problemas económicos no es darle cargos a más gente”.
Danilo Pérez acudió a un supermercado del este de la ciudad a aprovisionarse de alimentos. Al igual que la señora Anzola, considera que la implementación de un Estado Mayor no resolverá la crisis inflacionaria y de escasez que atraviesa el país.
“La solución es muy sencilla: permitir que la empresa privada pueda trabajar como antes. Que se acaben ya las limitaciones, las trabas y las persecuciones contra quienes todavía están dispuestos a invertir en Venezuela, para que puedan trabajar tranquilos y recuperar la productividad”.
“Si nos comparamos con países como Colombia, Ecuador, Perú, entre otros con menos recursos que nosotros, nos damos cuenta de que están creciendo económicamente o al menos la gente puede ir a un mercado y comprar lo que necesita. Eso no pasa aquí”, aseveró.
