Planteamientos – Pacto Global, RSE y DH

A propósito del artículo anterior, por razones de espacio, quedaron pendientes – y seguirán quedando – algunos planteamientos adicionales, sobre todo tratándose de un tema que día tras día adquiere mayor vigencia.
El tema puede ser considerado tan viejo como la globalización. Si nos atenemos al tiempo histórico en el cual se inician las relaciones de intercambio entre los países, ésta encuentra allí sus orígenes. Pero en el contexto más cercano, profundamente marcado por el desarrollo de la revolución microelectrónica y el vertiginoso adelanto de las TICs, se vive una acentuación de dicho proceso. De la Responsabilidad Social, tanto del Estado como de la empresa, se sostiene igualmente que se corresponde con los orígenes de ambas entidades como productos sociales. No obstante, en el proceso de transición, en los últimos decenios de la época que vivimos, asimismo encuentra un ambiente apropiado para su profusión.
La empresa de hoy encara con otra visión la problemática social. Impelida por la bomba de tiempo que representa el fenómeno de la exclusión y la desigualdad creciente, además de los efectos del crecimiento industrial a expensas de los recursos naturales, el consiguiente deterioro del hábitat planetario y la presión demográfica, se buscan propuestas alternativas al enfoque, estilo o modelo de desarrollo tradicional.
En retrospectiva, abonan el camino para el lanzamiento del llamado Pacto Global o Mundial, entre otros acuerdos internacionales: La Declaración Universal de los Derechos Humanos (1948). La Declaración de la Organización Internacional del Trabajo sobre Principios Fundamentales y Derechos Laborales (1998). La Declaración de Río de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (1992). El Convenio Anti-soborno de la OECD (1997), y el Convenio de la ONU contra la Corrupción (2003).
En el plano económico, las tesis acerca del desarrollo sustentable, primero; y las elaboraciones acerca del desarrollo con rostro humano, el desarrollo a escala humana, el desarrollo endógeno, posteriormente, confluyen en la emergencia del nuevo paradigma representado por el desarrollo humano integral. Transcurrida la llamada “década perdida”, el PNUD iniciaría en 1990 la publicación de su Informe Anual sobre Desarrollo Humano.
El 31 de enero de 1999, el Secretario General de las Naciones Unidas Kofi Annan, en Davos, en el marco del Foro Económico Mundial, plantea la propuesta del Pacto Mundial. Iniciativa voluntaria, red de difusión, componente de los objetivos del milenio, instrumento para la legitimación social de las grandes empresas y de los mercados, son algunas de las consideraciones que se le adjudican. Todas convergen en la promoción de la Responsabilidad Social Empresarial, RSE.
Los principios que fundamentan la RSE abarcan las áreas de: Derechos Humanos (1. Apoyar y respetar la protección de los derechos humanos. 2. No ser cómplice de abusos de los derechos). Ámbito Laboral (3. Apoyar los principios de la libertad de asociación sindical y el derecho a la negociación colectiva. 4. Eliminar el trabajo forzoso y obligatorio. 5. Abolir cualquier forma de trabajo infantil.6. Eliminar la discriminación en materia de empleo y ocupación. Medio Ambiente (7. Apoyar el enfoque preventivo frente a los retos medioambientales. 8. Promover mayor responsabilidad medioambiental. 9. Alentar el desarrollo y la difusión de tecnologías respetuosas del medio ambiente), y Corrupción (10. Trabajar contra la corrupción en todas sus formas). Tales principios guardan una estrecha relación con los fundamentos, pilares o bases del Desarrollo Humano, relacionados con la equidad, la productividad, la participación, la seguridad y la sustentabilidad.
El número de empresas que en cada país se adhiere al Pacto Global es cada vez mayor. La obligatoriedad por presentar el Balance Social se va incorporando progresivamente en la legislación nacional. En los mercados bursátiles, las acciones se cotizan en alza al evaluar las buenas prácticas de responsabilidad corporativa con el rendimiento financiero.
La Comisión de Responsabilidad Social de Fedecámaras, en su Plan de Gestión 2013 – 1015, se propone impulsarla en sus organizaciones afiliadas “para convertirlas en referencias de la vigencia del emprendimiento ético para el desarrollo sustentable del país.” Debería ampliar su visión hacia el Desarrollo Humano.
De estos y otros aspectos, discutimos en la Licenciatura en Desarrollo Humano que ofrece el Decanto de Humanidades y Artes de la UCLA.