¿Alguna vez te has preguntado qué alimentos deberían ser evitados por aquellos con alto riesgo de cáncer? Podemos empezar identificando los alimentos causantes de cáncer una vez sepamos qué ingredientes en nuestros alimentos son cancerígenos.
Algunos de esos ingredientes son aditivos alimentarios y productos químicos usados para mejorar el sabor, mientras otros son usados solo por la apariencia, o para aumentar la vida del producto en los estantes. La clave para evitar los alimentos que causan cáncer es saber qué ingredientes son cancerígenos o promotores del cáncer y entonces asegurarnos de que siempre leemos las etiquetas para poder evitar consumir dichos ingredientes.
Los tumores se desarrollan, en parte, mediante el aporte de azúcar en el riego sanguíneo. Si comes muchos productos azucarados, cargados de carbohidratos simples, estás cargando tu riego sanguíneo con la energía química que necesitan las células cancerígenas (y los tumores) para proliferar. No existe sistema biológico que pueda vivir sin combustible para sus procesos químicos, incluyendo las células cancerígenas.
Por ello, una de las estrategias a seguir en cualquier dieta anti-cáncer es la de llevar una dieta alimenticia baja en glucosa. Eso significa NADA DE AZÚCARES REFINADOS… nunca! Nada de grano refinado (harina blanca, por ejemplo), nada de usar cantidades de edulcorantes, y evitar para toda la vida el tomar refrescos con gas azucarados.
Además de dejar morir de hambre a los tumores, al comer alimentos bajos en azúcar, y evitar los carbohidratos simples, también mantendrás tu peso a raya, mientras previenes los desórdenes de azúcar en la sangre, tales como la diabetes tipo 2.
Lo que hay que evitar en las etiquetas: sirope de maíz (alto en fructosa), azúcar, sacarosa, harina blanqueada enriquecida, arroz blanco, pasta blanca, pan blanco, y otros alimentos “blancos”.