El médico puede recetar antibióticos y recomendar una dieta sólo de líquidos. La mayoría de las personas mejoran con este tratamiento. Otras pueden necesitar cirugía y otros tratamientos.
Cirugía. Los problemas graves de diverticulitis se tratan con cirugía. Los cirujanos pueden limpiar el abdomen después de las infecciones y quitar los bolsillos sangrantes y las fístulas.
Resección del colon. Si padece diverticulitis muchas veces, su médico podría sugerir quitarle la parte del colon con divertículos. Las partes sanas se pueden unir. Una vez quitados los divertículos, puede evitar otras infecciones.
Cirugía de emergencia. Si tiene problemas graves, tal vez necesite una cirugía de emergencia para limpiar la infección y quitar parte del colon. Después, una segunda cirugía vuelve a unir las partes sanas del colon. El colon se separa por un tiempo breve entre las cirugías, ya que volver a unir el colon durante la primera cirugía a veces implica riesgos.
Se necesita una colostomía temporal entre las dos cirugías. Una colostomía es una abertura en el abdomen donde se conecta una bolsa plástica para recolectar heces después de digerir la comida. El cirujano realiza una abertura, llamada estoma, y la conecta al extremo del colon.
Consuma una dieta con mucha fibra para evitar problemas. Hable con su médico acerca del uso de productos con fibra. Pregunte a su médico qué opciones de alimentos son las mejores para usted.
Trate de comer más de lo siguiente:
Frutas. Manzanas, duraznos (melocotones), peras y tangerinas (mandarinas) frescos.
Vegetales. Brócoli, calabacín (zapallo), zanahoria y coles de Bruselas frescos.
Vegetales con fécula. Papas y granos de varios tipos.
Granos. Pan integral, arroz integral, hojuelas de salvado y avena.
Hable con su médico sobre estos cambios en la dieta. Sepa qué comer y cómo añadir más de estos alimentos ricos en fibra a su dieta.