La crisis económica y la inflación en Venezuela, que en septiembre alcanzó 49,4% anualizada, cifra récord en 13 años, son resultado de una «guerra nacional e internacional», estimó este jueves el presidente Nicolás Maduro.
«Con las inversiones que se hacen, el trabajo que se hace, si no estuviera sometida a la guerra nacional e internacional de estos factores económicos, la economía (venezolana) hubiera tenido un año 2013 perfecto, hubiéramos bajado la inflación por debajo del 20%», aseguró Maduro en un discurso desde la sede presidencial.
La crisis económica se ha agudizado en Venezuela este año, con continuas alzas en precios de alimentos y escasez de algunos productos, y los analistas pronostican que la inflación, que en los primeros nueve meses acumuló 38,7%, alcanzará el 50% para el año contra un pronóstico inicial del gobierno de entre 14% y 16%.
Maduro ha denunciado en los últimos meses una supuesta «guerra económica» de sectores privados ligados a la oposición que estaría afectando los indicadores en Venezuela a fin de provocar revueltas sociales contra el gobierno.
«Es un crimen lo que ha cometido la burguesía parasitaria», si no fuera por esta «guerra, habría pleno abastecimiento y equilibrio económico», añadió el presidente, quien señaló al líder opositor y gobernador de Miranda (norte), Henrique Capriles, como uno de los que encabezaría esta ofensiva que denuncia.
«Desde Washington lo santiguaron», añadió Maduro sobre Capriles, al que derrotó por una diferencia de 1,49% de los votos, resultado impugando por el opositor ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en septiembre pasado.
Maduro solicitó el pasado 8 de octubre poderes especiales a la Asamblea General a fin de emitir leyes por decreto en materia de combate a la corrupción y a la «guerra económica».
Los analistas consideran que el deterioro de la economía, que ha agudizado la ya crónica escasez de alimentos y productos básicos, se debe en parte a la falta de dólares en un país que depende en gran medida de las importaciones, tanto para su industria como para la compra de alimentos y productos de primera necesidad, y en el que impera un control cambiario.
Sin embargo, Maduro rechazó esos señalamientos y aseguró este jueves que no liberará el mercado cambiario. «No tienen razón (…) al decir que la culpa de la situación económica en el país se debe al control de cambio y al control de precios. ¿Qué quieren? ¿Que liberemos el control para que se vendan los dólares y el país se pierda? Jamás», dijo.
En el marco del control cambiario, que rige desde hace una década, el dólar se cotiza en 6,30 bolívares, mientras que en el mercado paralelo casi septuplica la tasa oficial.