En líneas generales, los especialistas de la salud aceptan que el comportamiento sedentario, entendido como ausencia de actividad física habitual, es perjudicial para las personas, favoreciendo o agravando el riesgo de enfermedades diversas, contribuyendo a deteriorar el funcionamiento cotidiano, o simplemente impidiendo el mayor disfrute de las experiencias diarias.
En contraposición se considera que una actividad física moderada y realizada con continuidad, ayuda a prevenir, superar o aliviar enfermedades y, más aún, a incrementar la salud, el bienestar y la calidad de vida.
El deportólogo Robert Méndez, destaca que la evidencia científica existente con respecto al ejercicio y la salud del ser humano son innumerables. En los últimos 40 años se ha comprobado que el ejercicio programado, metodológicamente bien llevado y controlado, mejora la salud y es capaz de revertir inclusive enfermedades del sistema cardiovascular, hasta endocrinas.
“La cultura de hacer ejercicio tiene milenios. La ciencia y la tecnología han alejado al ser humano de la actividad física. En la medida que los países están más desarrollados sus ciudadanos se han hecho más sedentarios, con enfermedades de la edad moderna”.
Primero se debe tener claro que hacer ejercicio, no sólo es bueno para mejorar la estética de una persona, también aporta un gran número de beneficios que mejoran la calidad de vida, desde el punto de vista molecular e istoquímico.
El deporte en los jóvenes garantiza una maduración sexual y un crecimiento óseo favorable.
“Se ha demostrado que aquellos niños que desde temprana edad comienzan a hacer ejercicio físico, tendrán una adultez con una mejor constitución, desde el punto de vista muscular y óseo, con menor cantidad de grasa, siendo la práctica deportiva muy favorable y llevando a desarrollar un adulto sano”, indicó el especialista.
¿Cómo y cuándo ejercitarse?
Estamos diseñados para desplazarnos con nuestras piernas, por ello el ejercicio más conveniente para incorporarse al ejercicio, en personas que nunca han tenido alguna práctica deportiva, es el caminar.
“Si esa persona no posee ningún problema ortopédico, puede iniciar sus ejercicios con caminar 30 minutos diarios, de forma progresiva o intermitente en fracciones de 15 ó 10 minutos, desde el punto de vista fisiológico sobre el organismo tiene el mismo efecto y en la pérdida de peso tendrá un gasto calórico considerable, siempre y cuando añada una alimentación saludable”.
Actualmente hay diversos sistemas de entrenamiento, entre ellas el TRX, Insanity, bailoterapias, crossfit entre otros a escoger, siempre tomando en consideración la capacidad deportiva y resistencia, no sin antes haber consultado a un médico para ser orientado sobre los ejercicios que puede o no realizar.
“No hay ninguna contraindicación para hacer ejercicio físico, a menos que el médico lo indique. Hay que tener en cuenta el estado de salud, peso y capacidad de la persona para realizar cualquier entrenamiento y sobre todo, tomar en consideración que los entrenadores deben estar capacitados para tal fin”.
Lo primordial es que la persona dedique tiempo necesario al ejercicio, con ropa adecuada y sin presiones de ningún tipo. Debe estar enfocado y hacer de esta práctica un espacio para despegarse del estrés del día a día y poner en movimiento el cuerpo.
El uso de chaquetas de plástico está contraindicado, pues sólo se pierde líquido a través de la sudoración y no grasa, facilitando la deshidratación. “Es importante que la persona aprenda a hidratarse antes, durante y luego de hacer ejercicio. Además, para aquellos que hacen ejercicios a temprana hora de la mañana, necesita cargar un poco de carbohidratos para poder salir a hacer su rutina, bien sea un jugo natural, fruta o yogurt, a fin de reponer las horas de ayuno durante la noche”.
No exagerar
En el otro extremo del sedentarismo, se ha observado, que la práctica inadecuada de actividad física, bien por exceso cuantitativo (hacer más de lo que se debe) o cualitativo (realizar una actividad inapropiada o desde un planteamiento erróneo, ejecutar mal las tareas que implica la actividad, realizar la actividad en condiciones de alto riesgo), puede también tener efectos perjudiciales. Realizar una actividad física en las condiciones adecuadas puede resultar beneficioso, pero tanto la conducta sedentaria como la actividad inapropiada pueden propiciar riesgos y perjuicios graves para la salud.
“El ejercicio implica el gasto de calorías y por ende el organismo necesita consumir calorías para cumplir sus funciones. Ejercicios de alta intensidad no es lo mejor para perder peso; están dirigidos a personas que tienen una alta capacidad física. Exagerar los ejercicios ni llevará a un óptimo estado de salud, al contrario puede perjudicar. Es recomendado 150 minutos a la semana de ejercicio de forma moderada y ajustada a la capacidad física de cada persona”.
Lo ideal es combinar el ejercicio cardiovascular aeróbico con ejercicios de fortalecimiento muscular y estiramiento, elongación o flexibilidad, que deben formar parte de la rutina diaria.