Una vez más la angustia, preocupación, zozobra, dolor y luto están afligiendo a los funcionarios policiales y sus familiares ante un nuevo crimen perpetrado contra uno de sus miembros más querido y apreciado en el estado Lara.

El asesinato a sangre fría cometido en la persona del subdirector del cuerpo policial, José Gregorio Vera Berríos, también ha consternado a la población, porque, como dice el coronel  (retirado) de la Guardia Nacional y abogado José Rangel Terán, es un mensaje aterrador de amedrentamiento de la delincuencia a la sociedad: “Si nosotros no respetamos ni a militares y a policías, menos podemos respetar a la ciudadanía, que está desarmada”..

Vera Berríos, de 49 años, recuerda el coronel Rangel Terán, fue el primer oficial egresado de la escuela de oficiales la Policía Metropolitana, de El Junquito que ingresó al cuerpo policial de Lara

-Yo lo recibí en el año 1991. En ese momento había una especie de recelo entre los funcionarios, quienes comentaban cómo ese muchacho, que venía de Caracas, le iba a quitar plaza a quienes estaban acá. Tuve que hablar con ellos y hacerles comprender que la presencia de un funcionario formado fuera de Barquisimeto era bueno porque, entonces, cualquier policía de Lara podría ser transferido a cualquier otro estado. Pensaba yo en lo que debía ser una concepción de la policía nacional, sobre la cual había ciertos proyectos, como un código de policía nacional, pero no como funciona ahora.

Esa es la anécdota que surgió con la llegada de este oficial, que lamentablemente fue asesinado a sangre fría por delincuentes beneficiados con la llamada operación Cayapa, que ha implantado el Ministerio del Servicio Penitenciario.

Ensañamiento

Considera el coronel y abogado Rangel Terán que los delincuentes se han venido ensañando contra los policías, pero la culpabilidad de lo que está ocurriendo es la errada política carcelaria del Gobierno nacional, que le ha permitido a los llamados Presos Rematados Asesinos Natos (pranes) tener control no sólo sobre los penales, incluyendo traslado de reclusos, sino ordenando desde los sitios donde se encuentran recluidos cometer asaltos a mano armada, secuestros, cobro de vacunas y homicidios.

Los delincuentes que se encuentran en la calle actúan con el mayor ensañamiento contra los funcionarios, porque los conocen, pues estos los han apresado.

Como los policías son los que combaten la delincuencia, los antisociales los consideran sus enemigos, ya que la impunidad ha permitido que ladrones, asesinos y otros individuos que han cometido graves delitos no paguen cárcel.

Vera Berríos fue ultimado por uno de los benerficiarios de la operación Cayapa, implantada por la ministro Iris Valera, expuso Rangel Terán. ¿Cuántos de esos individuos están hoy sueltos? Es por eso que sostengo que los delincuentes, cada vez que matan a un policía o a un militar, le están enviando un mensaje a la ciudadanía indefensa.

Aquí no sólo han matado a policía sino a guardias nacionales. Que recuerde en el barrio Bolívar fue asesinado un sargento primero de la Guardia Nacional y en la avenida La Montañita un mayor, director de Recursos Humanos de la Unefa.

Hoy en día los policías y militares son objetivos de los delincuentes, primeramente, para quitarles las armas y demostrar que no temen nada, por cuanto no serán castigados, ya que el amedrentamiento parece que los anima a ser peligrosos.

Los antisociales están envalentonados y se sienten protegidos y apoyados por la impunidad.
Además, tenemos que criticar el operativo Cayapa, porque se pretende desconcentrar las cárceles y se envían los condenados a otros penales, agravando el hacinamiento.
Responsable de esta situación es la ministro  Iris Valera, quien no era la persona más adecuada para ocupar su cargo, dijo.

“El hecho de que sea abogado no significa que sea experta en materia criminalística, ni tampoco penitenciaria, y mucho menos tenía experiencia en el trato a los presos”.
Considera que “con su Cayapaha cayapeado a la ciudadanía”.

Factores

Para el doctor Jorge Rosell, ex magistrado del Tribunal Supremo de Justicia y coredactor del Código Penal, la violencia y la inseguridad que cada día se intensifica más se debe a la falta de suficientes funcionarios de la policía preventiva (la uniformada), para que exista una vigilancia eficiente en la ciudad.

Asociada a la inseguridad ciudadana está la inseguridad social. Cuando no se satisfacen los derechos humanos del individuo, de sobrevivencia, los económicos,
sociales y culturales, se produce un repunte de la delincuencia, debido precisamente a que las personas que no tienen un oficio determinado salen a resolver sus problemas mediante la utilización de la violencia.

Otro factor que se debe considerar es la educación de la persona en su comportamiento ciudadano, situación esta que hemos venido constatando en el curso de los últimos años porque han imperado circunstancias en la vida pública que llevan a tomar actitudes violentas como cuestiones normales. Se está viendo que a diario hay individuos que matan a otro por una discusión baladí, incluso por un accidente de tránsito. Pero, esa violencia ha venido siendo insuflada por el lenguaje proferido por funcionarios de las más altas instancias del poder. De esta forma esa forma de actuación ha permeado al grueso de la población y en lugar de resolverse los asuntos en forma pacífica.

Y para agravar todo este cuadro tenemos impunidad, es decir, la falta de la actuación de la policía represiva y de los órganos represivos, que son los tribunales, que deben poner a buen resguardo a los individuos que delinquen.

La impunidad hace que las personas que han incurrido en delitos graves sigan perpetrando hechos delictivos porque saben de la ineficacia de los órganos represivos.
En cuanto al operativo Cayapa, el doctor Rosell declaró que el mismo nombre que se le ha puesto indica que es improvisado.

Ese operativo no es un sistema establecido legalmente y a través de las normativas penales, sino que son medidas de urgencia o pañitos calientes que utilizan los órganos del Estado, precisamente, para solucionar, entre comillas, los problemas de hacinamiento en los entros de reclusión.

No es posible que envíen órdenes del Ministerio del Servicio Penitenciario que impiden o prohiben remitir a las personas detenidas por la policía preventiva a los centros de retención normal, que son las cárceles.

Son centenares de individuos que han sido apresados por los funcionarios uniformados y llevados a las estaciones policiales mientras se realizan los procedimientos requeridos para que sean llevados a los fiscales y, desde luego, a los tribunales pero, son dejados encerrados en sitios inadecuados, hacinados, sin suficientes baños y sitios para dormir, como animales.

Estas son medidas que van en contra del propio régimen procesal venezolano.Toda persona que es sometida a un proceso penal no puede estar en una comandancia de policía, sino en regímenes penitenciarios.

“Todo esto que está ocurriendo explica que cada día exista más violencia e inseguridad pública, causando malestar, preocupación y angustia en la ciudadanía, porque aumenta el número de muertes y delitos de modo interminable”.

Funcionarios asesinados

Este año comenzó con el asesinato del sargento primero de la Guardia Nacional Bolivariana Nelson Alexander Gallardo, de 27 años, quien, cuando circulaba en su vehículo en compañía de su esposa e hija, fue interceptado por unos delincuentes, quienes hicieron bajar a la mujer y a la niña. Se llevaron al militar en su vehículo, donde apareció con cuatro balazos.

El sargento primero William Ernesto Araujo Maontero (29) fue asesinado el 28 de abril en la avenida principal con la carrera 2 del sector Asoprado del barrio Bolívar. Y al mayor Heyvar Horacio Bastidas Briceño lo mató un motorizado que intentó asaltarlo en la urbanización Las Mercedes de Cabudare. Los funcionarios de Polilara que murieron a manos del hampa son los siguientes:

•Robin Linder Araujo León (23 años), en el barrio La Municipal, el 9 de enero.
•Jean Villanueva (27) el 19 de febrero
•Arístides Rafael Jiménez Reyes (21), el 27 de febrero.
•Kevin Edilfredo Herrera Salcedo (22), el 27 de febrero.
•Eliober José Mendoza Gutiérrez (21), el 13 de marzo.
•Álvaro Luis Gutiérrez (25) el 20 de marzo.
•Rogelio Gómez (23), el 17 de mayo.
•Edickson Enrique Mena Linárez (22), el 18 de junio.
•José Daniel Medina Colina (31), el 18 de julio.
•José Luis Molina (21), el 5 de agosto.
•Edie Antonio Pineda Moreno (37) y Yohander José Terán Castillo (21), el 3 de septiembre.
•Gregores Emiliano Torrealba Peroza (32), el 2 de octubre.
•Pedro Antonio Vargas,(25), el 7 de octubre.
•Jonathan Jesús Urriola (25) el 12 de octubre.
•José Gregorio Vera Berríos (49).