La inseguridad cada día roba vidas. Este domingo le dio un duro golpe al Cuerpo de Policía del estado Lara cuando le propinaron seis tiros a José Gregorio Vera Berríos, de 49 años, quien se desempeñaba desde enero de 2013, como subdirector de Polilara. En el hecho también resultaron asesinados su acompañante y uno de los sujetos que intentó robarlos.
El suceso se registró a las 3:20 de la tarde, en la calle 14 con avenida Los Abogados, donde residía Vera Berríos, quien al parecer iba hacia una reunión familiar pero antes pasó por su residencia a buscar unos enseres. En el lugar estaba junto a su amigo, Andy Omar Linárez Rodríguez, de 34 años, hijo de otro policía. Al bajarse de la camioneta en la cual se trasladaban, fueron interceptados por dos sujetos, quienes intentaron robarlos, pero el comisario agregado desefundó su arma de reglamento e inició un intercambio de disparos, donde murieron él, su acompañante y uno de los delincuentes.
En el enfrentamiento, el funcionario policial logró ultimar a Eiler Jesús Salcedo Barradas, de 24 años, quien quedó abatido dentro de la vivienda de Vera Berríos. El otro sujeto se dio a la fuga, y según Luis Rodríguez, director del cuerpo policial, presuntamente se habría escapado en un vehículo, aunque no quiso adelantar mayor información para no entorpecer las indagaciones que inició el Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas de la región, quienes recibieron el apoyo de sus colegas de Yaracuy e iniciaron un operativo de búsqueda y hasta anoche habían capturado a más de cinco personas en calidad de testigos.
El sujeto que escapó se llevó las armas implicadas en el triple homicidio, entre ellas, una Glock, modelo 17, calibre 9 milímetros, la cual quedó solicitada por el Siipol.
Se le consultó además por la cantidad de homicidios a Polilara, pues es el cuarto del mes y el 15 del año, aunado al del uniformado de la Policía Nacional Bolivariana, a lo que respondió: “La inseguridad es una situación crítica; un problema social”.
Lo habría amenazado
Extraoficialmente se corrió el rumor que hace días atrás, al comisionado Vera Berríos le habrían partido el parabrisa de su vehículo, por lo cual detuvo a uno de los maleantes quien habría sido trasladado hasta la cárcel de Trujillo y luego, supuestamente, recibió unas amenezas, sin embargo, al consultarle esta información a Luis Rodríguez, el mismo la desmintió.
“Fue el mejor funcionario de mi gobierno»
Tanto a la escena del crimen como a la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda, se acercaron familiares, vecinos, amigos y líderes políticos, entre ellos el ex gobernador de la entidad, Orlando Fernández Medina, quien aseguró que “fue el mejor funcionario de mi gobierno. Hoy se da un duro golpe a la policía, pero ¿a quién va dirigido este mensaje?”, se preguntó.
Para él, la hipótesis de un posible sicariato no está descartada, pues Vera Berríos era muy cuidadoso, “no fue un atraco ni intento de robo. Hay un sicariato claro”, aseveró. “Hay que hacer una averiguación profunda y detallada porque los delincuentes sabían quién vivía ahí.
No llegaron de casualidad. Según rumores, uno y que le decía al otro: Liquídalo por completo”.
A su juicio, el Estado estimula este tipo de situaciones violentas por la impunidad en la cual se vive en la actualidad.
“El problema de los funcionarios asesinados no es sólo en Lara es en todo el país. Están matando a los policías”, alertó.
“Él no merecía morir así”
Los familiares no paraban de llorar al igual que los uniformados. Sus rostros estaban invadidos de lágrimas, dolor, impotencia, “Por Dios, él no merecía morir así. Era buena gente, ayudaba a todo el mundo… no lo creo, tanto que se cuidaba”, gritaban con desesperación.
Los efectivos policiales, al conocer la lamentable noticia, se expresaron, resguardaron su identidad: “Ese era el hombre que luchaba por nosotros”; “esto sí es un duro golpe para la policía”… eran sólo algunos de los mensajes por la irreparable pérdida de quien luchó por su uniforme durante 30 años, tiempo en el cual hizo una carrera impecable, “ese debía ser nuestro comandante”.
Rodríguez lo describió como miembro del curso 18 de Caracas, “el mejor compañero con excelente trayetoria”. Informó que sus restos serán velados en la funeraria Metropolitana y llevados hasta la sede de la institución donde se le rendirán los honores correspondientes.
José Gregorio Vera Berríos fue un hombre amable, siempre dispuesto, trabajador, dado con los medios de comunicación, de pocas palabras pero atento a cualquier situación. Nunca tuvo malos tratos con nadie.
Era quien en muchas ocasiones se reunía con los demás cuerpos de seguridad y con los familiares de los detenidos, un policía que llevaba en alto la dignidad de ser un verdadero héroe de azul.