Tras la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de admitir la solicitud de antejuicio de mérito a los diputados Juan Carlos Caldera y María Aranguren, el coordinador de Primero Justicia, Julio Borges, señaló que se trata de otro capítulo de la persecución sistemática que ha sostenido el gobierno en contra de Primero Justicia y de la alianza opositora.
«Rechazamos de manera contundente el uso de las instituciones del Estado para consolidar el acoso a todo aquel que piensa distinto al oficialismo», enfatizó.
De igual manera, expresó su rechazo en torno a la obediencia de los magistrados a las órdenes del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV). «Un magistrado sin principios es un esclavo del poder. Vemos como sólo obedecen mandatos de los enchufados, mientras el país se cae a pedazos, con la peor crisis económica de la historia, con una elevada inflación, grave escasez y galopante inseguridad, entre otros problemas que afectan a los venezolanos», recalcó.
Asimismo, criticó que las autoridades no hayan tomado en cuenta las pruebas que presentó el diputado Juan Carlos Caldera sobre la trampa que le montaron Heliodoro Quintero y Wilmer Ruperti.
«El Gobierno ataca a Primero Justicia porque se trata de una fuerza política que ha echado raíces profundas en toda Venezuela, incluso, al Ejecutivo le duele que Primero Justicia sea uno de los motores de la Mesa de la Unidad Democrática y que sea precisamente el partido de Henrique Capriles. Mientras más nos persiguen, más fuerza nos dan para seguir trabajando, el gobierno no podrá callar ni a Primero Justicia ni a la Unidad.
Seguimos adelante en esta lucha por un país de progreso, de seguridad, de educación, de empleo, de justicia para todos por igual», culminó.