Existen estudios que demuestran que los frutos secos contienen sustancias que reducen el nivel del colesterol malo y ayudan a proteger el corazón.
Se ha encontrado que al añadir frutos secos a una dieta diseñada para reducir el nivel de colesterol se obtiene una reducción 25 por ciento mayor que lo que era de esperarse. Además estudios recientes parecen indicar que tanto las almendras como las nueces pueden ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre y reducir el riesgo de desarrollar el síndrome X o síndrome metabólico.
El síndrome X o síndrome metabólico está compuesto por una serie de factores de riesgo para enfermedades cardiacas y diabetes. Entre estos se encuentran un elevado nivel de grasa en el abdomen, un alto niveles de colesterol LDL (el colesterol malo), hipertensión y problemas en el metabolismo de la glucosa.
Existe evidencia de que consumir almendras conjuntamente con una comida que contenga abundancia de carbohidratos puede evitar que el nivel de glucosa en la sangre suba de forma demasiado rápida. Estas subidas rápidas en el nivel de glucosa luego de comer son un problema para muchos diabéticos y una causa de complicaciones.
El maní tienen una alta cantidad de proteínas, aunque de mediana calidad, Sin embargo cuando se complemente con el consumo de proteínas procedentes de cereales y legumbres se logra un correcto equilibrio nutritivo. Por otra parte las almendras y nueces poseen proteínas de excelente calidad y en mayor cantidad por unidad de peso que los huevos frescos.
Debido a su elevado contenido de aceites, los frutos secos se enrancian con facilidad. Por esta razón deben guardarse en envases herméticamente cerrados, en lugares frescos y secos o en la nevera. Es preferible adquirirlos con cáscara, ya que esto garantiza que no han sido tratados con ningún tipo de conservante y que están bien protegidos del polvo y de la humedad.