El doctor en Historia Ariel Segal impartió ayer la conferencia Un cine diferente para un mundo indiferente en la Sala Alternativa. La cita fue auspiciada por la Fundación Juan Carmona y el Espacio Anna Frank.
El artista plástico Jesús Pernalete Túa hizo la presentación de este recorrido por la industria cinematográfica y su recreación de la historia.
Ariel Segal centró su conferencia en el cine de denuncia que ha puesto en manifiesto la resistencia al poder y la opresión. Entre análisis y muestras de algunos films ilustró al público sobre la influencia del séptimo arte.
La gran pantalla tiene la virtud de enseñar, con rasgos de fábula o ficción, los conflictos, las luchas y las disidencias.
Cuando las películas llegan a la razón, más allá de la emoción, nos percatamos de la grandeza del cine, indicó.
“El cine representa las realidades sin complejos. El cine se ha convertido en un medio que funciona para que se familiaricen y sensibilicen con lo que ocurre y tiene una ventaja con algunos medios tradicionales, es el poder de la imagen, la música y la trama”.
Precisó que existe una inmensa selección de films para reflexionar, pensar y sentir.
El Holocausto y el cine
La primera sección de la charla se denominó El Holocausto y el cine. El también especialista en Estudios Judaicos mencionó varias producciones “antinazistas”, las cuales ubica en un género amplio.
“Charles Chaplin es el primer hombre que utilizó el cine en forma de denuncia”. Se refirió a su cinta El Gran Dictador, la que originó el cine sobre el totalitarismo.
Aquí la estrella del séptimo arte despidió a su personaje de “El Vagabundo” y se atrevió a burlarse de Hitler.
En la parodia de 1940 Chaplin encarnó a dos personajes: el malvado Hynkler y el barbero judío. Escrita, dirigida, protagonizada y financiada por él, causó polémica al punto de ser deportado de los Estados Unidos.
Luego presentó escenas clave de Tempestades del alma, de MGM y también del año 1940. Con este ejemplo demostró cómo lograron una producción en códigos.
Resaltó que este género continúa, pero han cambiado las conexiones. El nazismo, especialmente, se convirtió en un paradigma para ser ficcionado.
Humor y tragedia
¿Hasta qué punto se le puede dar un giro cinematográfico a la tragedia? De esta manera el periodista apuntó a la utilización del humor en producciones sobre los campos de concentración, la batalla de ideologías y otras tragedias.
“Recordemos las palabras de Laureano Márquez: la comicidad busca la risa, el humor busca el pensamiento”.
Además de El Gran Dictador, donde Chaplin aplicó con maestría esa premisa, el ponente habló de La vida es bella y El Tren de Vida. “Se burlan de las ideologías del totalitarismo”, comentó.
Recordó las líneas de un Premio Nobel de Litearatura sobre La vida es bella, que expresó: “hay tragedias tan irreproducibles que la mejor manera de hacerlo es con la fábula”.
Aunque en muchas oportunidades, esas recreaciones de la historia se apartan de la realidad, acotó, invitan a la reflexión.
Por otra parte, agregó que el ser humano para identificarse con las situaciones debe ver casos particulares en vez de masas. El bombardeo informativo al que estamos expuestos ha ocasionado eso.
“El cine a través de la historia personalizada compromete al espectador y permite que se comprenda que le sucedió a las multitudes”.
Cine sobre desigualdades
Después de repasar la cinematografía de Hollywood y Europa, el conferencista se detuvo en la obra Su Excelencia de Cantinflas.
Contó que el mexicano se inspiró en Chaplin. En el film intenta mostrar a una institución equivalente a la ONU, dividida en dos bandos egoístas.
Proyectó al público el discurso del actor, que trataba de las injusticias, la ambición de poder de las “naciones potencia” y el irrespeto a la humanidad. Allí Cantinflas comparte “la receta” para vivir en un mundo complejo.
Si bien se realizó en la década de los 60, el artista planteó que intelectualmente el hombre es un gigante, pero moralmente es un pigmeo
De acuerdo con Segal, ese reclamo mantiene vigencia y palabras similares se repiten una y otra vez en otros films.
Dirigida por Andy García, la película Ciudad perdida pone en evidencia el totalitarismo cubano.
El ponente señaló que García recogió en distintas escenas la verdadera naturaleza del “Ché” Guevara, más allá del mito de que era un hombre pacífico.
Ciudad perdida es un remake del libro homónimo escrito por el disidente cubano Cabrera Infante.
El cine y el 11 de septiembre
Un punto álgido, al principio tabú, es el atentado terrorista que enlutó el 11 de septiembre a los Estados Unidos.
Segal explicó que este género, a diferencia de otros, se desarrolló lentamente y al inicio tuvo más acento comercial. “Todos los momentos de quiebre tienen su género”, añadió.
La cinta Buenas noches, buena suerte de George Clooney fue analizada. A pesar de no referirse directamente a la tragedia de las Torres Gemelas, la trama entrelaza dos acontecimientos cumbres en los Estados Unidos.
Buenas noches, buena suerte está basada en la persecución que hiciera el senador Joe McCarthy a inocentes culpados de comunistas. Ciertamente se remonta a los 40 y 50, pero se evidencia una conexión con la Ley Patriota que pidiera George Bush en el 2001 para monitorear la actividad de todos los ciudadanos de su país.