Durante la segunda jornada de simposios del III Congreso Clínica Razetti, en el marco de su 50 aniversario, fueron abordados diversos tópicos, entre ellos la cefalea en niños y adolescentes: abordaje, diagnóstico y tratamiento, a cargo de la doctora Leyda Martínez, neurólogo infantil.
“Este es un problema que tiene alta prevalencia entre un 90%, sobre todo en la población adolescente. Debe estudiarse mediante un patrón temporal que se desarrolla en el tiempo”.
Muchos adultos con cefalea comienzan a tenerlas en la infancia, de hecho, aproximadamente un 20% de los adultos comenzaron con dolor de cabeza de niños y un 50% que comenzaron antes de los 20 años.
A los 15 años, el 5% de todos los niños y adolescentes han tenido migrañas y el 15% dice haber tenido cefaleas tensionales. Ante un dolor de cabeza muchos padres se preocupan pensando que el niño pueda tener un tumor cerebral o una enfermedad grave. Aunque puede ser un síntoma de una enfermedad importante, en la mayoría de los casos los dolores de cabeza en niños y adolescentes no son debidos a un problema grave de salud.
“Hay muchos tipos de cefalea con diversas causas que deben ser abordadas de acuerdo al paciente”.
Una vez que se llega a un diagnóstico correcto de la cefalea, existen tratamientos muy eficaces para combatirlo. Si su niño tiene dolor de cabeza, el primer paso es llevarlo al especialista para una primera valoración.
Una exploración física completa y una historia detallada de la cefalea (síntomas, evolución, desencadenantes, etc). Si es necesario se puede requerir la realización de una exploración complementaria como un TAC o una RM.
El tratamiento apropiado dependerá de varios factores, incluyendo el tipo y la frecuencia del dolor de cabeza, su causa y la edad del niño. Además, incluye identificar y registrar los desencadenantes del dolor de cabeza, tales como falta de sueño, no comer a horas regulares, ciertos alimentos o aditivos, cafeína, factores ambientales o tensionales. Se recomienda realizar un diario del dolor de cabeza para ver cuándo empeora y cuándo mejora, la frecuencia, etc. Evitar los desencadenantes es un paso importante para tratar con éxito las cefaleas.