El joven director de orquesta venezolano Gustavo Dudamel, de apenas 32 años, electrizó el sábado por la noche a la prestigiosa Orquesta Filarmónica de Viena en un concierto organizado por el centenario de la apertura del Konzerthaus de Viena.
Al igual que hace 100 año, la programación incluía la 9ª sinfonía del compositor alemán Ludwig van Beethoven (1770-1827), muerto en Viena, y, como prólogo, la creación de una obra nueva del compositor contemporáneo alemán Aribert Reimann, de 77 años, titulada «Prólogo a la 9ª sinfonía».
Gustavo Dudamel, nacido en Barquisimeto, un director con mucho carisma, ha demostrado de nuevo su maestría en la dirección de orquesta, mucho más allá de la Simon Bolivar Youth Orchestra, una formación compuesta por jóvenes venezolanos de barrios humildes y que le reveló al gran público internacional en su primera gira en Europa en 2007 y a la que sigue dirigiendo.
A la cabeza de la Orquesta Filarmónica de Viena, una de las orquestas más antiguas y más prestigiosas del mundo, a la que dirigió por primera vez en 2007, en el Festival de Lucerna (Suiza), Gustavo Dudamel hizo gala de nuevo de un dinamismo y de una precisión inhabitual en un director de orquesta tan joven.
Discípulo del compositor y sociólogo venezolano Juan Antonio Abreu, fundador en 1975 en Caracas de «El Sistema», una cadena de conservatorios de música para niños de barrios humildes que cuenta hoy con 230 conservatorios, más de medio millón de jóvenes y 4.000 profesores, Gustavo Dudamel es también desde 2009 director musical de la Orquesta Filarmónica de Los Ángeles (oeste de Estados Unidos).