Los desatinos en defensa amargaron el debut de Venezuela en el mundial sub17 de Emiratos Árabes Unidos. La oncena de Rafael Dudamel cayó 2-1 ante el representativo de Túnez, en lo que supone un duro golpe en sus aspiraciones de avanzar a la siguiente fase del torneo.
Las dos situaciones del rival africano que terminaron en gol fueron provocadas por pifias propias. Primero fue la mala salida del portero Beycker Velásquez y la nula reacción de los defensores que lo acompañaban y después el penalti cometido por el zaguero Diego Osio, al tomar por la camiseta al delantero del otro seleccionado.
No fue mérito de Túnez. No hizo mayor cosa para llegar al arco venezolano, pero, gran virtud, sacó provecho a esos dos “regalos”. Ahí estuvo la diferencia. Los goles del cuadro africano fueron anotados por Jbeli, en el primer tiempo, y Ben Lardi, al inicio de la segunda mitad, a lo que respondió Nicolás Márquez con un bonito tanto de zurda, que en su momento parecía encender la llama para buscar la remontada, sin que pudiera llegarse al objetivo.
Hizo un buen partido la selección criolla y mereció mejor suerte, pero le faltó tranquilidad y, en algunos casos claridad, a la hora del último toque, en la pegada, para, por lo menos, rescatar un empate. De nada sirvió jugar con un hombre más desde finales del primer tiempo. La tropa de Dudamel no lo hizo notar en cancha. Dominó y probó más al arco, como lo señalan las estadísticas (60 por ciento de posesión y 17 disparos a la cabaña contraria por 9 del contrincante), aunque sin poder lograr el deseado gol, el que permitía sumar un punto.
Túnez se plantó atrás, replegó líneas, colocó un bosque de piernas, una alcabala por el centro y por los costados del campo, y Venezuela no fue capaz de encontrar una fórmula para abrirse paso hacia al arco. Hasta tres cuartos de cancha bien. En los siguientes metros, un toque de duda. Pareció faltar por momentos la rapidez y el desequilibrio de Ronaldo Peña, jugador que fue figura en el pasado Suramericano, pero que resultó apartado de la convocatoria para la cita mundialista por problemas de conducta.
Dudamel echó mano del arco y consiguió darle lucidez al equipo en la segunda mitad. Entró José Hernández para darle velocidad por la banda izquierda a la oncena nacional y posteriormente ingresó Leomar Pinto para ofrecer luces en la zona de creación. Buenos cambios, que generaron un efecto positivo, pero no fue aprovechado el buen momento y Túnez, de a poco, bajó el ímpetu criollo.
Al final, no pasó nada y Venezuela, duro golpe, salió derrotada. Era un duelo clave y la situación se pone un poco difícil. Toca sacar la casta y vencer a Rusia -que ayer perdió con Japón- para acomodarse en la segunda casilla y alimentar sus posibilidades de avance. Ese juego es el lunes a las 11 y 30 de la mañana, hora venezolana.
